Las ventas de nafta cayeron

El mayor uso del gas como combustible en automóviles y la caída del poder adquisitivo de la gente atentaron en el último año contra los despachantes de combustibles que vieron caer sus ventas en un 20 % «El consumo de GNC contribuyó a la debacle de un mercado que ya estaba deprimido desde que se inició la recesión en el país», señaló desde la Cámara Expendedora de Combustibles de Río Negro y Neuquén, Oscar Edorna, al indicar que la región sufrió las mismas consecuencias que sintieron las estaciones de servicio a nivel nacional, en el último año Si se observa hoy la cantidad de automóviles que circulan en las localidades de la zona es evidente la «migración» que se dio de la nafta al gas. En estos momentos, éste último combustible cuesta un tercio de lo que vale el primero, y si tenemos en cuenta esto, un equipo para convertir el auto –que implica alrededor de los 2000 pesos- se «amortiza» en un período bastante corto Por otro lado, quienes optaron por seguir llenando el tanque con nafta, tuvieron que achicar el consumo ya que por la devaluación, el poder adquisitivo de sus ingresos cayó por lo menos el 30%. Sólo a modo de ejemplo: una familia que en épocas de la convertibilidad cargaban el tanque de su Fiat Duna con 50 pesos, hoy le cuesta casi 100, gasto que tiene que asumir con prácticamente el mismo ingreso que recibe desde hace años, además de los otros aumentos que en la casta familiar se fueron presentando Estos cambios que de alguna manera, van desafiando los clientes, impacta fuertemente en los expendedores que vislumbran pocas salidas Por otro lado y en este escenario, la crisis se siente de manera diferente. Edorna clasifica a las estaciones de servicio en «nafteras» y «gasoleras». En la primera categoría incluye a las que se ubican dentro de las ciudades, y en la segunda a las que están en las rutas «Las estaciones de servicio nafteras han sufrido mucho más la depresión del mercado a consecuencia del uso de gas como combustible», en cambio en las «gasoleras» el impacto no es tan grande ya que sus clientes – que en su mayoría viajan diariamente por la zona- siempre han consumido gasoil. Pocos de ellos, poseían antes de la devaluación un automóvil naftero A la hora de aventurar soluciones, no son muchas. Obviamente no pasa por el precio de los combustibles: no hay aumento en puerta y ni siquiera los mismos expendedores quieren eso. Por otro lado, si buscan convertir su estación de servicio con surtidores de GNC, tienen que pensar en una inversión de 100.000 dólares. Por el momento, tampoco esto es opción teniendo en cuenta lo endeudado que está el sector, ya sea con el sistema financiero o con las mismas petroleras En la última reunión que mantuvieron con el gobierno nacional, los expendedores plantearon como acción inmediata la reducción del impuesto la cheque que es del 0,15%. «Representa el 15% de la ganancia bruta, y ésta cifra es imposible de sostener en las actuales condiciones» explicó Edorna. Aún no hay repuesta del Ejecutivo al reclamo aunque nadie desde Economía plantea una modificación al impuesto por lo menos para el 2004  

Claudia Pastrello

cpastrello@rionegro.com.ar


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