Las violentas protestas retrasaron el inicio de las negociaciones

La cumbre de la OMC no podría haber comenzado de peor manera. Miles de activistas provenientes de EE.UU. y todo el mundo bloquearon la sede de las deliberaciones, impidiendo el inicio del encuentro. La policía no pudo desalojarlos. También van rumbo al fracaso las discusiones en el tema agrícola e industrial.

Seattle, EE.UU. (EFE).- Entre 50.000 y 70.000 manifestantes pertenecientes a grupos ecologistas, anarquistas y sindicales obligaron a la poderosa Organización Mundial de Comercio (OMC) a postergar varias horas el inicio formal de las negociaciones.

La III Conferencia Ministerial de la OMC fue inaugurada oficialmente ayer en Seattle, luego de haber sido postergada por varias horas a causa de las multitudinarias protestas.

La OMC declinó realizar la ceremonia de apertura planificada originalmente en un teatro de la ciudad, sitiado por los manifestantes, y comenzó la primera sesión plenaria en el centro de convenciones de Seattle.

El secretario general del organismo, Mike Moore, lamentó la suspensión de la fiesta de inicio, pero anunció que los ministros de los 135 países miembros participaron de un exitoso almuerzo de trabajo y que los grupos de negociaciones se encontraban actualmente deliberando sobre la liberalización del comercio mundial.

«Esta conferencia será un éxito», pronosticó el ex primer ministro neocelandés.

Sin embargo, en los primeros contactos comenzaron a verse fuertes diferencias entre los países industrializados y del Tercer Mundo, especialmente en torno de los subsidios agrícolas y los aranceles industriales. (Ver aparte)

La reunión está presidida por EE.UU., que envió a la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y a su representante especial de Comercio, Charlene Barshefsky, como cabezas de su delegación, hasta la llegada del presidente estadounidense, Bill Clinton, prevista para hoy.

A esta reunión asisten delegaciones de 135 países, dirigidas por los ministros de Comercio, y de otras 30 naciones que son candidatas a ingresar en la OMC, que tiene su sede en Ginebra.

Miles de activistas de diversos grupos se concentraron en Seattle (Washington, noroeste) para expresar su rechazo a las políticas laborales y medioambientales de la OMC. Desde las 5 de la mañana -hora local- los grupos de manifestantes disfrazados de delfines, tortugas, mariposas, osos, árboles y demás especies animales y vegetales, portando pancartas y gritando consignas contrarias a la OMC, cortaron las calles céntricas y las vías de acceso a Seattle.

La ceremonia de apertura debió suspenderse pues los manifestantes impidieron llegar a los delegados al edificio del antiguo teatro «Paramount».

Algunos, que se atrevieron a salir de sus hoteles en las limusinas, se vieron zarandeados por los manifestantes y obligados a volver, como en el caso de la ministra colombiana de Comercio, Marta Lucía Ramírez.

Las protestas masivas convirtieron a la tranquila Seattle en el escenario para la expresión del inconformismo de muchos ciudadanos que consideran que los derechos laborales y medioambientales de muchas personas están lesionados por los grandes intereses de las corporaciones y del libre comercio.

Con pancartas de «Justicia social», «No al libre comercio injusto», «Stop a la OMC», «No, no, no, OMC, no», banderas rojas y negras anarquistas y otros disfrazados de tortugas o mariposas, se expresó el rechazo a la reunión.

Por la noche, la protesta derivó en violentos disturbios, cuando la policía de Seattle disparó gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a más de 1.000 manifestantes, al margen de una marcha del movimiento obrero. El incidente pareció comenzar cuando la policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes, que entonces lanzaron botellas y botes de basura a los agentes antimotines.

La policía respondió disparando al menos 20 granadas de gases lacrimógenos

Dos tachos de basura incendiados por los manifestantes ardían en el lugar, mientras la multitud vivó cuando el viento cambió de dirección, devolviendo los gases lacrimógenos hacia el área donde se encontraba el cordón policial.

Una marcha de más de 16.000 obreros y miembros de sindicatos se alejó del sitio.

Los choques con la policía se registraron cuando activistas de Greenpeace trataban de inflar un gigantesco condón verde, con la leyenda «Practique el comercio sin riesgos».

Toque de queda y refuerzos

El alcalde de Seatlle declaró ayer la emergencia y el toque de queda en la ciudad, ante las violentas manifestaciones contra la cumbre de la OMC.

«Se aconseja a la ciudadanía que abandone a partir de este momento el centro comercial, utilizando de ser posible las rutas hacia el sur, y que evite el área afectada por el toque de queda», dijo Schell en un comunicado.

«Esta declaración permite al alcalde imponer un toque de queda y se propone suscribir esta noche la orden de toque de queda, efectiva a partir de las 7 p.m. del 30 de noviembre, hasta las 7.30 AM de mañana, 1 de diciembre», dijo Schell. «Sólo vehículos oficiales estarán autorizados para transitar en el área de toque de queda», agregó el comunicado.

En tanto, el gobernador estatal de Washington, Gary Locke, accedió a enviar a la Guardia Nacional (milicia) a Seattle para erradicar a los manifestantes en contra del libre comercio, después de la jornada de violencia, informó la televisión.


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