Lástima, Rojo

Enfrente, Edgardo Bauza salvó la ropa. Lejos en la competencia local, no le quedaba otra que pasar al Rojo y cumplió la meta.

La defensa terminó. Independiente ganó 1-0, pero se quedó corto y no pudo “igualar” el 0-2 sufrido en Quito, ante Liga. Así, el equipo de Avellaneda dejó pasar la chance de obtener el “bi” en la Copa Sudamericana. El visitante copió la táctica que su rival uso hace dos semanas en tierras ecuatorianas y se planto en el Libertadores de América con un dibujo muy defensivo. Apostó todas sus fichas a mantener la ventaja lograda en Quito, pero antes del descanso la resistencia se terminó. Núñez mostró su buena pegada, contó con la colaboración de un defensor y cuando parecía que la historia se complicaba, la serie cambió para el Rojo: 1-0 con 45’ por jugar. Antes de la conquista del Gordo, el local fue muy superior. A partir de un gran trabajo de la dupla Godoy-Pellerano pudieron entrar en acción Defederico y Núñez. Este cuarteto fue de lo mejor en una primera mitad en la que quedaron en deuda dos piezas clave: Patito Rodríguez y Parra. Atrás, el equipo no tuvo problemas por una sencilla razón: el team ecuatoriano casi no atacó y la única complicación llegó por la zona derecha, por las subidas de Bolaños. En el complemento se imponía un marea roja. Sin embargo, Independiente perdió claridad, Núñez la peleó en soledad y Liga mostró mas firmeza que en la primera mitad. Ramón se dio cuenta y mandó un primer cambio súper ofensivo (Ferreyra por Argachá). La sola presencia del Malevo obligó a Patito Rodríguez a adelantarse y el Rojo creció en el juego. Claro que ese crecimiento se dio porque varios se sumaron al ataque y empezaron a llegar las réplicas ecuatorianas. Liga se animó, Barcos apareció por primera vez en el partido y el público se dio cuenta que Assmann estaba en la cancha, porque tapó remates del delantero y del ingresado Acosta. En ese lapso se dio un interesante ida y vuelta y la más clara la tuvo Defederico, quien cazó un rebote en el área, pero definió al cuerpo de Domínguez. A los 31 del segundo tiempo, el estadio quedó mudo y no fue por un gol rival. ¿Qué pasó? Ramón sacó a Núñez, sin dudas el mejor de la cancha y una amenaza constante a la hora de probar de media o larga distancia. Encima entró Gino Clara, un jugador con muy pocos minutos en Independiente. El DT tiene la idea de insertarlo en el grupo, pero no era el momento. Así y todo, el Rojo fue y fue. Se plantó en campo rival y corrió muchos riesgos, porque Bieler y Acosta, los “refrescos” de Liga complicaron con su movilidad. En el cierre, el equipo ecuatoriano apeló a toda su experiencia, esa que la llevó a ser campeón de la Libertadores y de esta misma copa en el último lustro. Se plantó bien y ahora espera rival, que saldrá de Libertad o San Pablo (abren la serie de octavos el próximo jueves). Independiente, en tanto, debe olvidar rápido el mal trago y pensar en el Apertura. Sumar es la premisa y el primer obstáculo es el sábado, ante Godoy Cruz. (AN)

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