Latinoamérica, deber para el sucesor de Aznar

MADRID (AFP).- Recomponer las relaciones con gran parte de los gobiernos latinoamericanos y sus dirigentes será una de las tareas principales del sucesor de José María Aznar al frente del gobierno español.

Desde México hasta Argentina pasando por Venezuela y sin hablar de Cuba, las relaciones políticas de los últimos años fueron tensas, en especial tras la decisión de Aznar de convertirse en uno de los principales defensores de la estrategia bélica de Estados Unidos en el conflicto iraquí.

Colombia y Brasil, pese a las diferencias ideológicas entre el presidente izquierdista Lula da Silva y el derechista Aznar, son unas de las pocas excepciones, junto con los países centroamericanos y República Dominicana, cuya buena relación cristalizó en el envío de tropas a Irak, bajo mando español.

El mayor distanciamiento ha sido con Cuba. Prácticamente no existen relaciones institucionales y, a menudo, tanto Aznar -reconocido defensor del exilio cubano anticastrista- como el presidente cubano, Fidel Castro, se lanzan duros epítetos.

El más reciente: Castro calificó de «personaje repugnante» a Aznar, que días antes había afirmado en Washington que Cuba es una «anomalía histórica».

Las relaciones con Venezuela son otro ejemplo de discordia. En el último año, la embajada española en Caracas fue blanco de amenazas, que en febrero de 2003 se tradujeron directamente en el estallido de un artefacto explosivo.

Las relaciones con Argentina atravesaron diversas etapas, pero tras la crisis financiera de 2001 desde Madrid se acabaron los elogios que Aznar solía formular de la política neoliberal del ex presidente Carlos Menem. La llegada al poder de Néstor Kirchner supuso algunos momentos ríspidos. El último, tras opinar Aznar sobre qué debe hacer Argentina de cara al Fondo Monetario Internacional, que «tiene que estar a favor de sí misma (…) Si nadie paga sus deudas, el mundo sería un caos», dijo. Kirchner respondió al «querido amigo y presidente de España que muy poco ayudaron a la Argentina las decisiones de los organismos y de mucha gente que actuó y operó desde afuera».