Lavan a mano en el hospital de Sierra Grande

Las condiciones en que realizan sus tareas son más que precarias y no reúnen las mínimas exigencias de seguridad. Un solo lavarropas no alcanza para tanto trabajo en el centro de salud.

SIERRA GRANDE (ASG).- La declaración de emergencia sanitaria que la semana pasada realizó el Consejo Local de Salud, desnudó serias falencias que especialmente los trabajadores padecen hace años y que pese a los reclamos nunca tuvieron soluciones.

En «lavandería» trabajan 4 mujeres que de a dos por turnos se las rebuscan para lavar diariamente decenas de sábanas, camilleros, ambos y otros elementos de uso cotidiano. Pero con el riesgo permanente de estar en contacto directo con la sangre de todos los pacientes del hospital y los puestos periféricos.

La situación desborda cuando después de cada accidente, operación o parto llega la ropa de cama y de trabajo con sangre, porque en una pileta, a mano y con guantes descartables que apenas superan unos centímetros mas arriba de la muñeca, las mujeres deben descoagular.

Lo hacen así porque en el sector sólo tienen un lavarropas industrial para hospitales. Otro aparato les permitiría aliviar la tarea y por sobre todas las cosas alejaría a los trabajadores de los riegos que esa actividad implica.

Para descoagular la ropa deben fregar a mano cada mancha de sangre bajo la canilla de agua fría, luego con jabón blanco le dan el toque final y recién pasa al lavarropas.

«La tarea es diaria, riesgosa y las condiciones son precarias», explicó la bioquímica María José Corominas, que además encabeza el gremio ATE. Agregó que el contacto de las trabajadoras con la sangre trae un sinfín de riesgos a la salud, «ese trabajo se debe hacer con otro lavarropas», acotó.

Además explicó que las normas de bioseguridad deben garantizar que los pacientes y los trabajadores no se infecten, «todo paciente es potencial infeccioso y no podemos entrar en contacto con material biológico, si las mujeres quisieran trabajar con normas de bioseguridad, el hospital se para en 24 horas», agregó la profesional.

María Cruz, es jefa del sector y ratificó el problema. «Diariamente estamos en contacto con la sangre de toda la gente que pasa por el hospital, no damos mas», sostuvo.

Esta semana, media hora antes que el ministro de Gobierno, José Luis Rodríguez, el intendente Nelson Iribarren y algunos legisladores recorran el lugar, instalaron un lavarropas doméstico para aliviar la situación. Mientras tanto, el intendente se comprometió con los trabajadores a ceder un lavarropas industrial que tiene el municipio de un microemprendimiento.

También el miércoles, referentes del Ministerio de Salud de la provincia de los sectores de Gestión de Políticas Hospitalarias y de Bioseguridad estuvieron en el nosocomio reunidos con la directora Cristina López y con el legislador Renzo Tamburrini.

Algunos compromisos se desprendieron de ese encuentro pero habrá que esperar. Ayer un grupo de trabajadores recibió a concejales.


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