Lázaro Báez quedó detenido por la causa de lavado de dinero
El jueves será indagado por el juez Casanello por la ruta del dinero K. También fue detenido su contador, Sebastián Perez Gadín.
ruta del dinero K
Lázaro Báez, uno de los empresarios emblemáticos del kirchnerismo, quedó preso hoy en una causa por lavado de dinero por orden del juez federal Sebastián Casanello, ante la sospecha de que podía huir para eludir a la Justicia.
Báez fue arrestado en un impresionante operativo apenas su avión privado aterrizó en el aeropuerto internacional de San Fernando, en el norte del Gran Buenos Aires.
Casanello dispuso la captura del empresario en una causa que lleva dos años de tramitación pero que se reactivó fuertemente en las últimas semanas, cuando se difundió por Canal 13 una filmación donde allegados al empresario, entre ellos su hijo Martín, aparecen contando millones de dólares en la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, en el barrio capitalino Puerto Madero.
El juez tomó la drástica medida ante el dato de que Báez estaba preparando su avión en Santa Cruz, lo que le generó la sospecha de que podía irse con rumbo desconocido.
No obstante, aunque no se aclararon los detalles sobre su destino, el avión aterrizó finalmente en San Fernando.
También fue detenido el contador de Báez, Daniel Pérez Gadín, quien aparece en el video de los dólares fumando un puro y tomando whisky, según indicó el Centro de Información Judicial (CIJ) dependiente de la Corte Suprema, aunque sin dar detalles.
En tanto, hasta esta noche era una incógnita la situación de Martín Báez (además socio de Lázaro), quien habría permanecido en Santa Cruz.
En los últimos días insistentes versiones indicaban que sería detenido, e incluso fuentes cercanas a la pesquisa deslizaron que lo estaban “caminando”, término usado en la jerga judicial para graficar cuando se siguen movimientos de un investigado.
Ante la trascendencia del eventual arresto, abogados cercanos a Báez y a los otros imputados realizaron consultas informales con el juzgado y obtuvieron respuestas negativas sobre supuestas órdenes de detención.
Báez y Pérez Gadín fueron trasladados esta noche a la División Investigaciones Federales de Organizaciones Criminales (DIFOC), instalada en el mismo edificio de la comisaría 23, en el barrio porteño Palermo. Allí se procedía a lo que se conoce como “fichaje”. Se preveía que al menos Báez iba a ser llevado a la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, en el barrio Villa Riachuelo, en el extremo sur de esta capital.
Allí iba a pernoctar, a la espera de que probablemente mañana Casanello le tome indagatoria.
El juez le reprocha a Báez “haber ingresado, a través de su hijo Martín Báez, el día 02/11/2012 y en otra fecha aún no determinada, pero presumiblemente en los últimos meses del año 2012, dinero por una suma total aproximada de 5.100.000 dólares estadounidenses) en la sociedad denominada SGI Argentina SA, que fue contado en el lugar en presencia de su hijo, como así también de César Gustavo Fernández, Walter Adriano Zanzot, Fabián Virgilio Rossi, Daniel Rodolfo Pérez Gadín y Sebastián Ariel Pérez Gadín, junto con otros sujetos no identificados”.
Según el juez, se realizó “disimulando de ese modo la fuente real de los fondos para obtener su apariencia de licitud”.
“Se presume que dichos fondos provienen de una ganancia ilícita obtenida por aquella firma (Austral Construcciones) de la que es accionista mayoritario, mediante la utilización de facturas apócrifas y la generación -a través de ese ardid- de un fraude fiscal”, resumió el juez.
“Dicho dinero en efectivo habría sido trasladado a la sede de la citada SGI a dichos fines, mediante aviones adjudicados a la firma ‘Top Air SA’, de la cual el compareciente era accionista a través de Austral Construcciones SA y Walter Zanzot su presidente -y a la vez titular del 51 % restante-”, concluyó.
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