Le dieron de alta a ganadero baleado

VIEDMA (AV)- Nacer de nuevo. Esta debe haber sido la sensación de Jacinto Direne al regresar a su casa de Valcheta luego de más de 60 días de internación. La mayoría de ellos en terapia intensiva del hospital Zatti de Viedma, donde además ingresó varias veces al quirófano para cirugías complicadas como las vinculadas a abdomen abierto contenido, la colocación de tubo en el tórax, la reparación de la cabeza del fémur que fue destruida por uno de los balazos que recibió, así como las intervenciones por las infecciones internas sufridas. El martes Direne dejó el Zatti. Se fue emocionado, agradecido por la atención recibida, con unos 20 kilos menos y en silla de ruedas, pero con vida. Ese hombre robusto que ingresó mal herido al hospital se mantuvo todo este tiempo en un estado de permanente vulnerabilidad. No fue fácil para él ni para los médicos que lo atendieron. Ahora continuará el tratamiento con internación en Valcheta. La rehabilitación física y psicológica son fundamentales aunque no es menor la curación de las escaras que quedaron como huellas de haber permanecido de espaldas durante más de dos meses con un cuerpo que superaba los 100 kilos cuando ingresó. El 12 de abril pasado en un callejón que divide dos campos de Valcheta, Juan Herrmann de 64 años, un productor ganadero de la localidad, disparó contra su vecino Direne provocándole graves lesiones en el abdomen, afectando varios órganos y la cabeza de fémur en una de sus piernas. Esta situación le generó un largo proceso en la sala de cuidados intensivos del Zatti en coma inducido, grave, bajo respiración asistida y con pronóstico reservado por las lesiones sufridas en el hígado, estómago, diafragma, pulmones e intestinos. El juez penal de Viedma, Carlos Reussi, procesó a Herrmann por “homicidio en grado de tentativa” al considerar que tuvo la intención de matar a Direne, teniendo en cuenta testimonios que indican que el imputado lo tenía “sentenciado” y además por el uso de un arma de fuego de grueso calibre, “un medio efectivo para quitarle la vida”. A principios de mayo el imputado recuperó la libertad.


VIEDMA (AV)- Nacer de nuevo. Esta debe haber sido la sensación de Jacinto Direne al regresar a su casa de Valcheta luego de más de 60 días de internación. La mayoría de ellos en terapia intensiva del hospital Zatti de Viedma, donde además ingresó varias veces al quirófano para cirugías complicadas como las vinculadas a abdomen abierto contenido, la colocación de tubo en el tórax, la reparación de la cabeza del fémur que fue destruida por uno de los balazos que recibió, así como las intervenciones por las infecciones internas sufridas. El martes Direne dejó el Zatti. Se fue emocionado, agradecido por la atención recibida, con unos 20 kilos menos y en silla de ruedas, pero con vida. Ese hombre robusto que ingresó mal herido al hospital se mantuvo todo este tiempo en un estado de permanente vulnerabilidad. No fue fácil para él ni para los médicos que lo atendieron. Ahora continuará el tratamiento con internación en Valcheta. La rehabilitación física y psicológica son fundamentales aunque no es menor la curación de las escaras que quedaron como huellas de haber permanecido de espaldas durante más de dos meses con un cuerpo que superaba los 100 kilos cuando ingresó. El 12 de abril pasado en un callejón que divide dos campos de Valcheta, Juan Herrmann de 64 años, un productor ganadero de la localidad, disparó contra su vecino Direne provocándole graves lesiones en el abdomen, afectando varios órganos y la cabeza de fémur en una de sus piernas. Esta situación le generó un largo proceso en la sala de cuidados intensivos del Zatti en coma inducido, grave, bajo respiración asistida y con pronóstico reservado por las lesiones sufridas en el hígado, estómago, diafragma, pulmones e intestinos. El juez penal de Viedma, Carlos Reussi, procesó a Herrmann por “homicidio en grado de tentativa” al considerar que tuvo la intención de matar a Direne, teniendo en cuenta testimonios que indican que el imputado lo tenía “sentenciado” y además por el uso de un arma de fuego de grueso calibre, “un medio efectivo para quitarle la vida”. A principios de mayo el imputado recuperó la libertad.

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