Le robaron cerca de dos kilómetros de cables a Edersa

Los ladrones actuaron con profesionalismo y no fueron atrapados. Una zona rural de Cinco Saltos quedó sin luz

CIPOLLETTI (AC).- Un sector rural de Cinco Saltos se quedó sin luz durante la madrugada del sábado, porque arriesgados delincuentes que sabían muy bien lo que hacían desmontaron dos kilómetros de cable de una línea de 13.200 voltios y se los llevaron. Se estima que la pérdida para Edersa es de alrededor de 5.000 pesos.

En rigor se trataba de una línea de tres cables de aluminio que recorría 700 metros en el paraje Las Parras de Cinco Saltos.

Como ya ocurrió en incontables ocasiones desde Viedma hasta Bariloche, los delincuentes actuaron con absoluta destreza y conocimiento para ir desprendiendo los cables de los postes que los sujetaban.

Lo llamativo es que actuaron con tensión, sin hacer «saltar» los fusibles: cortaron con tijeras aisladas las líneas, que son de un grosor considerable.

Es una tarea sumamente riesgosa. La tensión de la energía que transportaba esa línea era 60 veces más potente que la que ingresa a la casa de cualquier familia del país, que es de 220 voltios.

Una descarga sobre un ser humano significaría directamente la muerte.

Aunque en setiembre hubo una pareja detenida por este tipo de delitos (llevaban cientos de kilos de conductos en un auto), ni la Justicia ni la Policía pudo hasta ahora desbaratar el mercado negro en el que se comercializan cables de cobre y aluminio.

Los robos a Edersa son cada vez seguidos. A principios de este mes, un hecho de este tipo dejó sin luz una vasta franja de la zona rural de Cipolletti y especialmente una escuela.

Con una rudimentaria escalera hecha de puntales de las chacras del sector, se llevaron 800 metros de conductores de baja tensión, equivalentes a unos 100 kilos de cobre.

Esta vez el robo ocurrió a las 2.30 del sábado. En la empresa creen que no fueron los mismos que actuaron en la zona de chacras de Cipolletti porque manejaron conductores de muchísima tensión y lo hicieron como si supieran lo que hacían.

Los 2.100 metros de cable de aluminio eran de unos 6 milímetros de grosor.

Se estima que el metro de estos cables se compra en el mercado legal a poco más de un peso el metro lineal.

Entre lo que le robaron y lo que tuvo que reponer, la distribuidora de luz tuvo un perjuicio de casi 5.000 pesos, sin contar la mano de obra.

En el caso de los cables de cobre se venden, en un mercado negro sin identificar, a precios que oscilan entre los 2 y los 6 pesos por kilo. Por la proliferación de robos, la cotización es cada vez más baja.


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