Les disparó a su mujer y su hija y se suicidó

SAN PATRICIO DEL CHAÑAR (AN)- «Yo estaba durmiendo cuando mi padrastro le tiró a mi mamá y a mi hermanita. Después se mató». A sus 9 años, el chico cuenta todo con la mirada perdida. Ayer estaba en la vivienda del Parque Industrial de esta ciudad donde a la madrugada un hombre baleó a su mujer y a su hija antes de suicidarse. Por eso ahora lo cuenta como si no hubiera despertado, como si se tratara de un sueño.

Las personas heridas son Irene Urrutia, de 7 años, con un balazo en el pecho, y su madre Rita Candia, de 37, quien recibió el impacto en el hombro izquierdo. Ambas fueron trasladadas de urgencia al hospital Castro Rendón de Neuquén en grave estado.

El fallecido es Luis Alberto Urrutia Rodríguez, de 51 años, quien se disparó en la cabeza con la misma carabina 22 recortada que utilizó para herir a su mujer e hija.

El drama familiar, cuyos motivos no están del todo claros, ocurrió ayer alrededor de la 1.30 en la casa 23, Manzana D3 del barrio Parque Industrial de esta ciudad.

Según pudo saber «Río Negro» consultando a uno de los hijos de Rita Candia, a vecinos y a la Policía, Urrutia Rodríguez tenía problemas de antigua data con los hijos mayores de su mujer. Incluso a uno de ellos, de 18 años, lo habría expulsado de la vivienda.

«Anoche mi padrastro se empezó a pelear conmigo. Yo me fui a dormir, pero escuché que seguía discutiendo con mi mamá», relató a este diario el hijo de 9 años de Rita Candia. «Dicen que le pidió prestada una pistola a un amigo. Nunca había hecho algo así», agregó.

Los investigadores creen que la discusión comenzó en el comedor de la pequeña vivienda. De allí, la mujer se fue al dormitorio junto a su hija Irene y un bebé de 8 meses. El chico de 9 dormía en otro sector de la vivienda con un hermano de 15 años.

Urrutia Rodríguez, empleado en una chacra, siguió a su compañera. En algún momento extrajo la carabina recortada y disparó tres veces; uno de los plomos impactó en Rita Candia, otro atravesó el pecho de Irene. Se ignora dónde fue el tercero.

«Cuando empezaron los tiros me escapé por la ventana», dijo el menor de 9 años. Su madre, herida, corrió a refugiarse en una casa vecina desde donde avisaron a la Policía.

Una versión indica que cuando los efectivos de la comisaría 13 se presentaron en la vivienda, Urrutia Rodríguez se encerró en el baño y se disparó en la cabeza. Al revisar las habitaciones los policías encontraron bajo una de las cuchetas a la niña de 7 años y creyeron que estaba dormida. Pero al alzarla vieron el pequeño orificio en el pecho; más allá estaba el plomo que la había atravesado.

En el dormitorio había dos cápsulas servidas; otra en el comedor y una cuarta en el baño. Los cuatro disparos que efectuó Urrutia Rodríguez.

Las heridas fueron trasladadas de urgencia al Castro Rendón. «Mi mamá está fuera de peligro pero mi hermanita sigue en terapia intensiva», informó el menor de 9 años, quien maneja el vocabulario de un adulto.

Ayer a la tarde, cuando «Río Negro» visitó la vivienda de la tragedia -clausurada por fajas policiales- el chico estaba merodeando sin rumbo fijo. Por un agujero de la zapatilla derecha se le escapaban tres dedos, su cabello hacía tiempo que no sabía de un champú y en la mano aprisionaba tres monedas de diez centavos.