Liberan a los acusados de matar y quemar a un hombre
NEUQUÉN (AN)- El juez Marcelo Benavides dejó en libertad ayer por falta de mérito a los tres acusados de matar y quemar a un hombre, un caso espeluznante que se descubrió en un basural del oeste neuquino a principios de este mes. Según trascendió de fuentes judiciales, a criterio del magistrado las pruebas reunidas hasta el momento no son suficientes para determinar qué hizo cada uno de los imputados. Por eso, y obligado a tomar una decisión por el Código Procesal, dispuso dejarlos en libertad aunque los tres quedaron vinculados a la causa. Para la fiscalía las pruebas alcanzan para dictar un procesamiento, y por eso apelará la decisión judicial. El homicidio fue descubierto el martes 6 cuando en un basural de la calle Catriel, un grupo de empleados encontró el cadáver calcinado de Narciso Alejandro Cuevas, de 32 años. De acuerdo con la autopsia, Cuevas recibió al menos siete puñaladas pero ninguna mortal; la causa de su deceso se debió a un fortísimo golpe con un elemento contundente en la cabeza. Después, el o los autores llevaron el cuerpo hasta el basural, lo taparon con basura y lo prendieron fuego. A los pocos días la policía anunció triunfante que el caso estaba esclarecido con la detención de tres sospechosos. La versión para la prensa fue que el lunes 5 a la noche Cuevas se reunió con un grupo de conocidos en una vivienda de la toma Atahualpa. En esa oportunidad consumieron una gran cantidad de bebidas alcohólicas y estupefacientes. En determinado momento, Cuevas les contó a sus compañeros que había abusado sexualmente de una niña. Esta revelación enardeció al grupo que lo rodeaba, a tal punto que lo atacaron, lo mataron y después quemaron su cadáver. La policía llegó con rapidez a los sospechosos porque mientras examinaban el cadáver aún humeante, los vieron huir en sendos vehículos. Uno de los detenidos declaró ante el juez, admitió la existencia de la reunión, pero dijo que había tomado tanto alcohol que se durmió a la medianoche y no se enteró de nada. Los otros dos imputados permanecieron en silencio. Aunque los investigadores encontraron también ropa con sangre y documentación personal de Cuevas, para el magistrado las pruebas no alcanzan. Es probable que la llegada de los resultados de una serie de pericias modifiquen el curso de la causa.
NEUQUÉN (AN)- El juez Marcelo Benavides dejó en libertad ayer por falta de mérito a los tres acusados de matar y quemar a un hombre, un caso espeluznante que se descubrió en un basural del oeste neuquino a principios de este mes. Según trascendió de fuentes judiciales, a criterio del magistrado las pruebas reunidas hasta el momento no son suficientes para determinar qué hizo cada uno de los imputados. Por eso, y obligado a tomar una decisión por el Código Procesal, dispuso dejarlos en libertad aunque los tres quedaron vinculados a la causa. Para la fiscalía las pruebas alcanzan para dictar un procesamiento, y por eso apelará la decisión judicial. El homicidio fue descubierto el martes 6 cuando en un basural de la calle Catriel, un grupo de empleados encontró el cadáver calcinado de Narciso Alejandro Cuevas, de 32 años. De acuerdo con la autopsia, Cuevas recibió al menos siete puñaladas pero ninguna mortal; la causa de su deceso se debió a un fortísimo golpe con un elemento contundente en la cabeza. Después, el o los autores llevaron el cuerpo hasta el basural, lo taparon con basura y lo prendieron fuego. A los pocos días la policía anunció triunfante que el caso estaba esclarecido con la detención de tres sospechosos. La versión para la prensa fue que el lunes 5 a la noche Cuevas se reunió con un grupo de conocidos en una vivienda de la toma Atahualpa. En esa oportunidad consumieron una gran cantidad de bebidas alcohólicas y estupefacientes. En determinado momento, Cuevas les contó a sus compañeros que había abusado sexualmente de una niña. Esta revelación enardeció al grupo que lo rodeaba, a tal punto que lo atacaron, lo mataron y después quemaron su cadáver. La policía llegó con rapidez a los sospechosos porque mientras examinaban el cadáver aún humeante, los vieron huir en sendos vehículos. Uno de los detenidos declaró ante el juez, admitió la existencia de la reunión, pero dijo que había tomado tanto alcohol que se durmió a la medianoche y no se enteró de nada. Los otros dos imputados permanecieron en silencio. Aunque los investigadores encontraron también ropa con sangre y documentación personal de Cuevas, para el magistrado las pruebas no alcanzan. Es probable que la llegada de los resultados de una serie de pericias modifiquen el curso de la causa.
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