Liberan a un coipo que había quedado atrapado en la usina sobre el Canal Grande de Roca

La semana pasada, personal de Defensa Civil de la municipalidad de Roca alertó sobre la presencia de un coipo en el vertedero de la usina de la ciudad, sobre el canal grande, ya sin agua. La notificación fue hecha al Área de Control y Fiscalización de la Dirección de Fauna Silvestre local, que depende de la Secretaría de Ambiente, Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, para que se hicieran cargo de dicho animal.

Según empleados del lugar, el mamífero llevaba allí varios días y ante la imposibilidad de salir por sus propios medios, guardafaunas decidieron realizar su captura para luego liberarlo en un área silvestre adecuada, así indicaron a «Río Negro» integrantes de guardafaunas de la zona.

El coipo es un mamífero roedor que pertenece a un suborden conocido como histricomorfo y el nombre científico es Myocastor coipus. Comúnmente llamado coipú, nutria roedora, quiyá o nutria a secas, es una especie propia de Sudamérica muy similar al castor y habita en lugares naturales de mucha húmedad.

Es un roedor de gran talla, pesa entre 4 y 10 kilos. Alcanza hasta 40 a 60 cm de longitud sin contar su cola que es larga y escamosa de 30 a 45 cm, similar al de una rata. Su áspero pelaje en tonos de marrón oscuro y brillante cubre una capa con pelo gris suave por debajo y la mancha de pelo blanco resalta a sus prominentes incisivos, de color naranja brillante. Con ojos y orejas pequeñas para su contextura, presenta en sus patas membranas interdigitales facilitando su desplazamiento acuático.

Es un habitante en abundante vegetación acuática donde se alimenta de vegetales y frutos. Las hembras poseen sus glándulas mamarias a los costados de su cuerpo, lo que le permite amamantar a sus crías, mientras se desplaza en el agua.

«Aprender a cuidar y respetar nuestra fauna necesaria para nuestro ecosistema es responsabilidad de todos», afirmó el guardafaunas Fabián Llanos.