Liberan a una periodista de EE. UU. secuestrada en Irak por tres meses

La reportera afirmó que no fue golpeada y que la trataron bien.

BAGDAD/WASHINGTON/BERLíN.- La periodista estadounidense Jill Carroll, secuestrada hace casi tres meses en Irak, fue liberada por sus captores, informó ayer la cadena de noticias norteamericana CNN en base a datos del periódico «Christian Science Monitor».

Carroll, que trabajaba como colaboradora para este rotativo, fue secuestrada el 7 de enero en Bagdad, mientras se dirigía a una entrevista con un político sunita. Su traductor fue asesinado.

En una entrevista en una televisión local iraquí poco después de su liberación, Carroll explicó que no fue golpeada por sus captores y aseguró que la trataron bien. Sin embargo, la reportera no pudo decir nada acerca de los motivos de los secuestradores ni la razón de su liberación.

Carroll, que portaba un pañuelo en la cabeza, se mostró serena. «No sé qué pasó», dijo. «Sólo vinieron y me dijeron: 'Ok, ahora te dejamos ir'. Eso es todo», añadió. «Todo lo que puedo decir ahora es que estoy feliz de estar libre».

Carroll aseguró que es «importante» que la gente sepa que la trataron bien. La dejaron bañarse y cada tanto escuchar las noticias, pero en general no estaba al tanto de lo que sucedía fuera de la habitación en la que la tenían secuestrada.

El presidente estadounidense, George W. Bush, se enteró de la liberación de Carroll durante la cumbre que mantiene en el balneario mexicano de Cancún con sus homólogos de México, Vicente Fox, y canadiense, Stephen Harper. «Gracias a Dios», manifestó Bush. «Estoy realmente agradecido por su liberación y agradezco a aquellos que trabajaron fuerte para que fuera liberada, y estamos contentos de que esté con vida», consideró.

La periodista fue liberada por sus captores en las proximidades del edificio del Partido Islámico, donde buscó refugio en un primer momento, confirmó un portavoz del grupo político sunita, que simpatiza con la resistencia. El hombre no reveló si los esfuerzos del partido contribuyeron a la liberación de la estadounidense.

Hace sólo tres semanas fue hallado muerto en Irak el rehén norteamericano Tom Fox. Un británico y dos canadienses, que habían sido secuestrados junto a él, fueron puestos en libertad dos semanas más tarde.

La cadena de noticias Al Arabiya había emitido poco antes de conocerse la puesta en libertad de la reportera una llamada de su hermana gemela Katie, en la que explicaba que la familia estaba muy preocupada porque hace tiempo que no había recibido señales de vida de Jill.

«Nuestros corazones están llenos. Estamos regocijados por la segura liberación de Jill», indicó ayer la familia en un comunicado.

«Nos gustaría agradecer a todas las personas generosas alrededor del mundo que trabajaron de forma oficial o no oficial – especialmente aquellas que corrieron riesgos personales– para lograr la liberación de Jill», señalaron en la declaración, dada a conocer a través del «Christian Science Monitor».

En febrero, los captores habían amenazado con matar a su rehén si no se dejaba en libertad a todas las presas retenidas en cárceles militares estadounidenses en Irak. (DPA/AP)


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