Liberaron a un peligroso «pirata del asfalto»

NEUQUEN (AN)- Un delincuente con pesados antecedentes, que tiene seis identidades distintas y que estaba acusado de intentar un robo con la modalidad de pirata del asfalto cerca de Plottier, fue liberado por la justicia. De todos modos seguirá sujeto a la causa, aunque nadie garantiza que cumpla con la obligación que le impusieron de presentarse una vez por mes ante las autoridades.

En el expediente, el protagonista de esta historia figura con seis identidades distintas porque no hay certeza de cuál de todas ellas es la verdadera. Aunque fue detenido el 19 de noviembre del año pasado, todavía no se pudo saber con qué nombre fue registrado cuando nació, hace 42 años.

Si se cotejan sus huellas dactilares con registros penales y policiales, surge que se trata de Juan Carlos Valenzuela (el nombre más probable), pero la computadora también arroja otros cinco nombres: Juan Carlos Arellano, Daniel Martínez, Héctor Daniel González, Roberto Norberto Osvaldo Valenzuela y Víctor Daniel González.

Lo más probable es que, de manera ilegal, este individuo haya conseguido documentos a nombre de todas estas personas. Por eso al examinar sus huellas dactilares surgen tantas identidades distintas. La otra posibilidad, descartada, es que Vucetich haya estado equivocado y exista más de una persona con las mismas huellas digitales.

Valenzuela, por elegir uno de sus nombres, estaba acusado de intentar asaltar al empleado de una estación de servicios de Arroyito. La mañana del lunes 19 de noviembre de 2001, junto con otro sujeto, atacó a balazos a la víctima en la ruta 22, entre Senillosa y Plottier.

El empleado viajaba en un Volkswagen Gol hacia Neuquén para depositar 6.000 pesos recaudados durante el fin de semana. Valenzuela y su cómplice le dispararon desde un Fiat Palio, lo hirieron en una pierna y le reventaron las cubiertas, pero no lograron que se detuviera.

El empleado llegó hasta la comisaría de Plottier y denunció lo que le había sucedido. Se montó un vasto operativo que permitió encontrar a las pocas horas el Palio de los delincuentes, abandonado en la zona de chacras.

La tarde de ese día, una patrulla policial demoró a un sujeto que dijo llamarse Daniel Martínez y caminaba desorientado por las chacras rumbo a Neuquén. Recién 15 días después los investigadores del departamento Delitos pudieron aproximarse a su verdadera identidad: Juan Carlos Valenzuela. En su ficha figuraba una condena por tenencia de drogas para la venta y acopio de armas. Había pasado tres años preso en Ezeiza y gozaba de libertad condicional.

Los policías averiguaron más cosas. Valenzuela estaba radicado desde hacía tiempo en la zona, y había visitado en la Unidad 9 a tres sujetos que fueron condenados por el sangriento asalto al banco Río de Cipolletti, cometido el 7 de junio de 1999 en el cual murió un policía.

Se trata de Diego Fernández, Fabián Martín y Ariel Giannerini, quienes junto con el cipoleño Walter Chacón fueron condenados a prisión perpetua el 3 de abril de 2001.

Valenzuela y los tres sujetos condenados por el asalto al banco son oriundos del partido bonaerense de José León Suárez. Y todos compartieron el mismo abogado defensor, también del Gran Buenos Aires.

El martes, la Cámara Penal de feria revocó la preventiva que el juez Alfredo Velasco Copello le había impuesto a Valenzuela. Los camaristas cambiaron la calificación de «tentativa de homicidio» a «abuso de armas», más benigna, y ordenaron su inmediata libertad.

Vinculado con Valenzuela también fue demorada una mujer, que se presentó a visitarlo en su lugar de detención a principios de diciembre pasado. Siguiendo lo que parece ser una costumbre de su entorno, había dado un nombre falso y portaba 4.000 pesos. Se especuló que podían ser para pagar una posible evasión.