Liga Confluencia: las tribunas dejaron de estar vacías

Fotos: Juan Thomes

*Opinión

Luego de cinco meses de competencia, Unión Alem Progresista de Allen se consagró campeón del torneo Apertura de la Liga Confluencia. Con aquella definición por penales, que tuvo a Emiliano Cognini como gran figura, llegó a su fin un certamen que demostró que en el Alto Valle se puede ver buen fútbol y que devolvió la gente a las tribunas.

El cambio de formato de los últimos años rejuveneció la competencia. El atractivo de las series de eliminación directa le puso pimienta a un torneo que se había vuelto monótono. Además, el pasaporte al Regional Amateur fue otro condimento que mejoró la competencia.

La pelea por quedarse con el título pasó a tener muchos equipos enfocados en el mismo objetivo y varios hicieron méritos para obtener el Apertura.
Así se vieron muy buenos partidos, con muchas emociones, pasajes de buen fútbol y equipos por los que vale la pena pagar la entrada. Unión justificó su octavo título siendo un equipo sólido y con las ideas claras. Gianni Moscone aprovechó lo mejor de sus jugadores, disimuló sus falencias y les dio la confianza la necesaria para lograr el objetivo. La columna vertebral siempre le respondió: Emiliano Cognini fue clave con sus atajadas, la dupla central Calanni-Natalini siempre firme, Cardozo aportó en el medio y la delantera Sánchez-Macsad funcionó excelente.

La Amistad fue, incluso en la final, la mezcla de jerarquía y funcionamiento que levantó el nivel del torneo. A base de potencia ofensiva se convirtió en el rival a vencer, en la final no tuvo suerte y se encontró con un rival muy determinado.

Deportivo Roca le dio frescura al torneo. Diego Napolitano comandó a un plantel compuesto por juveniles del club, muchos de ellos Sub 20, que juegan bien a la pelota. Con un estilo directo, de mucha velocidad y toques, tuvieron partidos de alto vuelo.

Chichinales fue la demostración de amor propio del torneo. Se repuso de un arranque plagado de inconvenientes (quita de puntos y lesiones) pero aún así logró meterse entre los cuatro mejores.

Catriel, Cipolletti, Argentinos del Norte y San Sebastián también demostraron lo suyo, ya que dieron pelea y tuvieron buen nivel.

Igualmente, no hay que dejar ver las dos caras de la moneda. Las demoras de los fallos del Tribunal del Disciplina en las últimas semanas y la resolución de no dar a conocer a los árbitros hasta la hora del partido, para protegerlos, generaron polémicas innecesarias que se podrían haber evitado. Que llueva no debería ser una excusa para suspender una jornada, por lo menos en Primera y Tercera.

Incidentes en el Maiolino. Foto: Andrés Maripe.

Y otra vez se vieron casos de violencia, tanto dentro como fuera de la cancha: un jugador le pegó a un árbitro, un equipo no se presentó porque no se sentía seguro, barras corrieron y apedrearon a otra hinchada (imagen).

Más allá de eso, la Liga Confluencia volvió a ser atractiva. Entregó emociones y la gente, de a poco, volvió a colmar tribunas que años atrás estaban vacías.


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