Lilí Muñoz habla del amor y otras cuestiones

NEUQUEN .- El amor en todas sus formas y magnitudes fue el leit motiv que inspiró a la poeta Lilí Muñoz a escribir «Catedral de Pinares», su más reciente libro.

Los textos, ilustrados por la artista Elva Elissetche en estilo Art Noveau, retratan los temas que -a criterio de Muñoz- «más acucian a los hombres, como los miedos, el amor y los afectos de todo tipo, no sólo de pareja».

«La temática es diversa, como el amor a los que desaparecieron, a la naturaleza y muchos textos son apropiados de vivencias pero no de experiencias, porque siempre hay temas de diversa índole, pero uno se identifica más con esas cosas», cuenta su creadora junto con Elissetche.

Los relatos, que vieron la luz en la Feria del Libro de la Universidad Nacional del Comahue, fueron presentados junto con la obra de la poeta Mercedes Rolla y concentraron la atención de chicos y grandes.

Luego de su presentación «en sociedad», el libro será expuesto el 7 de octubre en La Casa de Neuquén, ubicada en Presidente Perón 687 de Capital Federal, en el Encuentro de Arte, donde se exhibirán otras disciplinas artísticas.

Las páginas nacidas de la inspiración y vivencias de esta profesora de literatura que reside en al zona, comenzaron a gestarse «hace un tiempo atrás y la idea ahora es que todos los años uno produzca una obra».

Poblado de metáforas, el texto deja flotando en el lector interrogantes y afirmaciones para la reflexión. «¿Es posible amar sin interrogantes, sin la aceptación de nuestros límites, sin los duendes interiores que nos llevan a la dicha al desamparo?».

«Quienes amamos, estamos heridos. Sin embargo no abandonamos el camino por donde transita la primordial vocación del ser humano». Estas son algunas de las disquisiciones por las que atraviesa «Catedral de Pinares».

«El libro refiere al amor en general, no sólo de pareja, sino al amor por los que se fueron, por todo el mundo, pero pareciera que en la mujer está más vigente demostrar el amor que en el hombre», explica la escritora desde su experiencia.

Sin emitir juicio de valor, la poetisa confiesa que a su criterio «el amor debería ser el eje de la vida de todo ser humano, aunque por ahí a veces se ahoga con tantas cosas y parece que la mujer tiene menos inhibiciones».

«Hay un temor -reflexiona con Elissetche-, que justamente nos pasa a la mayoría para expresar nuestro amor, nuestro cariño, aunque sea con una palmadita, porque es como si tuviéramos dificultades para eso».

Tratando de imponer cierta dosis de realismo a la lírica con la que se expresa, la escritora reconoce que su libro «no va a cambiar esta situación, ni romper la barrera de eso, pero tal vez sí funcionar como disparador para quien lo lea».

Como si se tratara de una suerte de testimonio, Muñoz está convencida de que «sin embargo se ven hombres que pueden expresarse, a través de la posibilidad de la palabra».

La frase que sirve de título al libro remite a una imagen que pasa por la cabeza de su autora. «Los pinos son reviejos y me gustan porque están agrupados, con todos los gorriones que hay al atardecer se llenan, hay una imagen muy plástica de los pinos buscando el cielo y catedral gótica».

Desde el aspecto estético las páginas pueden deparar sorpresas para los más románticos.

«La persona que lo lea se va a encontrar con muchos detalles porque está ilustrado en un estilo Belle Epoque, con diseños de tendencia Art Noveau y por eso uno espera una poesía romántica», desliza como al pasar la escritora.