Llega a juicio el homicidio del Nahuel Huapi
Comienzan hoy las audiencias en la Cámara Segunda del Crimen. Está detenido el hombre que avisó a la policía del hallazgo del cuerpo. No se conocen las razones del asesinato. La víctima fue degollada.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los jueces de la Cámara Segunda del Crimen comenzarán a debatir hoy un hecho que ocurrió el 30 de junio del año pasado junto al lago Nahuel Huapi, cerca de la Catedral, donde un hombre fue virtualmente degollado.
La persona que dio noticias del hallazgo del cadáver y se prestó como testigo del procedimiento policial resultó ser el principal sospechoso, y llega a juicio porque lo involucran múltiples indicios y circunstancias, aunque nunca confesó la autoría del crimen.
El mismo día en que se produjo el hallazgo del cadáver de Abel Joaquín Nahuelcura, de 38 años, las investigaciones realizadas por la policía y el juez de turno avanzaron hacia el esclarecimiento del hecho, a partir de la identificación de la víctima y la detención del sospechoso, identificado como Miguel Angel Moreira.
Para las autoridades fue de significativa importancia de que el cadáver fuera reconocido de inmediato por sus familiares, porque esa circunstancia les permitió conocer su entorno íntimo y confirmar la detención de Moreira, quien fue demorado desde el primer momento como sospechoso, y esa misma noche lo trasladaron a la alcaidía local como imputado en el homicidio.
El cadáver de Nahuelcura fue hallado cerca de las 21 de ese día, entre unas rocas y debajo de un árbol, cerca de la orilla del lago y la prolongación de la calle Onelli, con signos de haber sido golpeado en el rostro y una herida de arma blanca en el cuello.
La víctima era un alcohólico crónico a quien sus amistades conocían como «el pelado», que pasaba varias horas por día en la calle Mitre, junto a la puerta de la galería «Del Sol».
La policía demoró casi de inmediato al joven que presenció el operativo de rescate desde las inmediaciones y portaba en su mochila un pantalón y elementos que podrían pertenecer a la víctima, cuyo cuerpo fue encontrado desnudo. La policía también secuestró un cortaplumas, que sería el arma utilizada por el sospechoso para matar a Nahuelcura, dentro del patrullero en que lo trasladaron a la comisaría.
El hallazgo del cuerpo de la víctima fue posible gracias al llamado de una persona, a solicitud del sospechoso, que permaneció en el lugar hasta que llegó la policía. Luego brindó un testimonio contradictorio sobre su presencia en el lugar, y más tarde comprobaron que los datos personales que había proporcionado eran falsos, y que el pantalón y el cinto que llevaba en su mochila le pertenecían a la víctima.
Al confirmar que las medidas antropométricas del cadáver encajaban a la perfección con el pantalón y el hueco de ajuste del cinturón, la policía y el juez Martín Lozada mantuvieron demorado al sospechoso, y luego de que Nahuelcura fuera reconocido por su madre, al igual que el pantalón y el cinturón secuestrado, Moreira quedó alojado en la alcaidía.
Herida mortal
De acuerdo con las pericias médicas la lesión que le ocasionó la muerte a Nahuelcura fue producida en la zona anterior del cuello, a una distancia de 2 centímetros a la izquierda de la línea media transversa, de 25 por 6 milímetros, que seccionó la arteria y vena carótidas primitivas.
La herida produjo una hemorragia masiva y ocasionó un shock y la inmediata muerte de Nahuelcura.
Los probables motivos del homicidio no surgieron durante la instrucción de la causa, porque Moreira nunca reconoció su responsabilidad en el hecho.
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