Lo aplastó un acoplado

EL MAITÉN (AEB).- Un joven de 16 años, identificado como Jorge Loncón, resultó ayer con heridas de consideración al quedar aplastado por un acoplado cargado con leña. Luego de recibir las primeras atenciones en el hospital de El Maitén, por la tarde fue derivado a Esquel, donde se reponía favorablemente y ya sin peligro vital. El hecho ocurrió pasadas las 11.30, cuando el padre del adolescente maniobraba un camión Chevrolet en un camino interno del paraje El Coihue, ejido de Epuyén, y volcó a consecuencia del hielo y la nieve acumulada en el sector montañoso de la Comarca Andina. Al parecer, el muchacho trataba de ayudar a un costado del carromato, colocando ramas para evitar el deslizamiento de las cubiertas, y no advirtió que en un momento hizo tijera y se tumbó. El conductor y otros ayudantes debieron trabajar bastante para sacarlo del atolladero, temiendo que los golpes fuesen severos o hubiese fracturas de huesos. Pero la suerte estaba de su lado: cuando pudieron salir a la ruta a pedir auxilio, justo pasaba una ambulancia del nosocomio de Epuyén que se dirigía a El Maitén, distante unos 20 kilometros, con un médico residente a bordo, quien iba a realizar un curso. Una vez en la guardia se comprobó que tenía “un compromiso abdómico pelvico”, por lo que le hicieron placas radiográficas y lo trasladaron al centro asistencial de mayor complejidad.


EL MAITÉN (AEB).- Un joven de 16 años, identificado como Jorge Loncón, resultó ayer con heridas de consideración al quedar aplastado por un acoplado cargado con leña. Luego de recibir las primeras atenciones en el hospital de El Maitén, por la tarde fue derivado a Esquel, donde se reponía favorablemente y ya sin peligro vital. El hecho ocurrió pasadas las 11.30, cuando el padre del adolescente maniobraba un camión Chevrolet en un camino interno del paraje El Coihue, ejido de Epuyén, y volcó a consecuencia del hielo y la nieve acumulada en el sector montañoso de la Comarca Andina. Al parecer, el muchacho trataba de ayudar a un costado del carromato, colocando ramas para evitar el deslizamiento de las cubiertas, y no advirtió que en un momento hizo tijera y se tumbó. El conductor y otros ayudantes debieron trabajar bastante para sacarlo del atolladero, temiendo que los golpes fuesen severos o hubiese fracturas de huesos. Pero la suerte estaba de su lado: cuando pudieron salir a la ruta a pedir auxilio, justo pasaba una ambulancia del nosocomio de Epuyén que se dirigía a El Maitén, distante unos 20 kilometros, con un médico residente a bordo, quien iba a realizar un curso. Una vez en la guardia se comprobó que tenía “un compromiso abdómico pelvico”, por lo que le hicieron placas radiográficas y lo trasladaron al centro asistencial de mayor complejidad.

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