Lo de Riquelme se mueve poco

Claudio Borghi no se cansa de afirmar que espera por él, JR Riquelme y su representante hacen movimientos para que las aguas no se queden quietas, y los dirigentes de Boca tratan de limar las diferencias entre ellos para ver si pueden retener al enganche. En las últimas horas el “Bichi” reiteró que “no estoy pensando ni en un nueve ni en un diez, porque sostengo que en un noventa y nueve por ciento los dos se van a quedar en Boca”, en referencia a Martín Palermo y Riquelme. Los del Titán parece concretado, según lo que anunció el vicepresidente José Beraldi, quien afirmó que el nuevo contrato estaba acordado con el apoderado del jugador. Ahora se espera la vuelta del goleador de Sudáfrica, para que ponga la firma. “Seguro que a Palermo le voy a dar unas vacaciones”, explicó Borghi, mientras la ilusión de la selección se mantenía viva en el Mundial. El DT también aclaró que toma recaudos para mantenerse al margen de las negociaciones que sostienen las autoridades del club con los dos futbolistas emblemáticos, pero añadió que espera resultados positivos sin ponerse ningún tipo de plazos. “Si yo leo o escucho lo que se dice de la negociación me vuelvo loco”, argumentó Borghi. Más allá de los deseos de Borghi, la situación de Riquelme no parece sencilla. El ídolo se mantiene firme en la necesidad de firmar un contrato por cuatro años y un sector de la directiva no quiere moverse de los tres que ya le ofrecieron. En el medio el presidente Jorge Amor Ameal, trata de acercar las posiciones. Mientras tanto, el Cruzeiro ofertó unos 6 millones de dólares por dos años de contrato. Los valores netamente europeos de la propuesta del equipo brasileño, de unos 250.000 dólares por mes, hace que crezca la chance de que el futbolista emigre. Los dirigentes cariocas vendrían mañana al país, para ver si pueden acelerar los tiempos. También llegaron rumores de un interés de otro equipo inglés, porque al Bolton y el West Ham, se habría sumado en las últimas horas el Arsenal. Borghi espera, Riquelme mueve piezas y los dirigentes no terminan de ponerse de acuerdo.

Borghi no piensa en otro enganche porque lo quiere a Riquelme, pero las negociaciones se demoran.

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