Lo hizo en Márdel, ¿podrá en Olavarría?

NEUQUEN (AN).- En el Apertura lo dieron «casi eliminado» ante Alvarado, pero Independiente pasó en los penales. En el Clausura, la historia arrancó de la misma manera, el «Rojo» no pudo hacer la diferencia con Racing de Olavarría y el 0-0, a priori, lo dejó en una situación incómoda para meterse entre los nueve mejores del torneo.

Los primeros 45 minutos del duelo fueron vibrantes, de lo mejor que se vio en la cancha neuquina en los últimos tiempos. La visita fue al frente y en los 20 iniciales creó tres situaciones claras.

Al minuto avisó Miguel González, 4 más tarde lo tuvo Walter Linares y a los 18, después de un error del «Gringo» Sergio Ciattaglia, casi factura Gustavo Guevara, quien se sumó al tridente ofensivo por sorpresa.

Después del temblor, el equipo de Gustavo Coronel emparejó la historia y respondió. Fue tan o más peligroso que su rival, con una ocasión que Pablo Costi perdió en soledad y también por intermedio de Juan Manuel Vogliotti, en un mano a mano con el arquero visitante.

Después del 20 y 20, los 5 finales fueron otra vez para la «Academia», con la más clara de la etapa y también del partido. Leonardo Serfaty, el gran goleador del Clausura, encaró solo y Ciattaglia tapó de manera brillante.

Si los directores técnicos buscaron cambios en el entretiempo, no los encontraron. Los dos fueron una sombra a la vuelta del vestuario. Todo lo bueno que entregaron en la primera mitad cuando caminaron por el túnel y así, los 45 finales resultaron algo así como un bodrio.

Las llegadas claras se transformaron en aproximaciones y remates de larga o media distancia, sin sentido y menos aún precisión. El que se llevó la peor parte fue Independiente, porque la idea era ganar, al menos por un gol de diferencia, para ir con cierta tranquilidad a Olavarría.

La visita, todo lo contrario. Se

metió atrás, aguantó, hizo el negocio y al final, festejó el empate, casi como una victoria.

Seguramente tiene el dato del Apertura, cuando su rival silenció el «Mundialista», pero está claro que se llevó de esta capital lo que vino a buscar. El «Rojo», aunque no pudo, tiene el crédito abierto, porque recupera a «Lalo» Porra.