Lo limpio y lo sucio

juan mocciaro jmocciaro@rionegro.com.ar

Qué mal están las cosas en el fútbol argentino que cuando ciertas cosas ocurren normalmente a todos llama la atención. Durante los cinco partidos simultáneos que se jugaron el sábado por las distintas instancias de descenso, los diez equipo simplemente jugaron. Qué otra cosa podrían haber hecho. Lo hicieron y fueron noticia. Mucho se habló de suspicacias, entregas y arreglos. Demasiado se habló. Y nada de todo eso ocurrió. Las palabras de Julio Grondona (“No creo que River juegue la promoción”, dijo) fueron inmediatamente tomadas como un arreglo de parte de la AFA para favorecer al club de Núñez. El autor de las palabras ayudaba a pensar en ese sentido. Pero River se fue a la Promoción porque simplemente jugó mal y perdió. Es decir, le pasó lo que le pasó (casi) siempre en el temporada. Caruso sospechó de Mohamed porque el DT de Independiente puso al cuarto arquero. Quilmes se fue a la B no por culpa del cuarto arquero de Independiente sino porque perdió con Olimpo. ¿Independiente? Le hizo cinco a Huracán. Esta definición limpia empujó a los publicitarios de Fútbol para Todos a decir en sus acostumbrados videoclips de los entretiempos que ahora que ahora sí el Fútbol de Primera División es limpio y no tramposo como en los tiempos de televisaciones privadas. ¿Y las escandalosas fallas arbitrales acaso no ocurrieron durante este torneo? ¿Acaso los partidos de la anteúltima fecha no debieron ser simultáneos como sí lo fueron (tardíamente) en la última? ¿Es que ya olvidamos los sucesos de violencia y muerte que salpicaron de sangre al torneo Clausura? ¿Y Vélez, campeón sin saberlo en un estadio vacío? Las preguntas siguen pero una de ellas involucra a todas y se impone: ¿qué es hacer las cosas bien en el fútbol argentino?

río suelto