“Lo que es imperdonable”

Viendo los antecedentes del señor Schoklender, no es inimaginable una estafa o una traición. Tampoco escapa a la lógica que un grupo de señoras mayores, que han dedicado su vida a pelear por sus ideales afrontando más de una vez duras batallas contra no menos duros rivales, tengan que dedicarse a esta altura de sus vidas a controlar la economía de su organización. Lo que sí preocupa es que dicho control esté en manos de una ex funcionaria sospechada y procesada por “encubrimiento” y “sustracción de documento público”. También es llamativo que, entregando casi 800 millones del erario público, éste carezca de controles. Por último queda la impericia de la AFIP. Siendo la organización en cuestión la segunda constructora del país, con 6.000 operarios, ¿nunca se dieron cuenta de que este señor evadía cargas patronales, como nos quieren hacer creer? Que Hebe no lo sepa es tal vez perdonable, aunque el dolor no da derecho a impunidad. Lo que es imperdonable es tanta ¿“impericia”? estatal. Rubén Marcelo D’Agostino, DNI 11.985.229 – Buenos Aires

Rubén Marcelo D’Agostino, DNI 11.985.229 – Buenos Aires