Lo que todos saben pero gracioso

Para el dúo de libretistas cómicos David Rotemberg y Luis Rubio, "El humor es pasar silbando por un cementerio de noche". Estos dos personajes del humor son parte esencial de las mañana de radio Mitre. Hace unos días estuvieron en Choele Choel y contaron la génesis de su proyecto teatral. De cómo tomar la realidad y hacer algo cómico con ella.

CHOELE CHOEL (AVM).- «El humor es pasar silbando por un cementerio de noche» definió David Rotemberg. El junto con Luis Rubio, son el dúo humorístico que caracteriza en gran parte la mañana de radio Mitre. Además en los últimos meses se han lanzado a recorrer el país mostrando en los teatros la cocina de su humor radial. Días atrás visitaron por primera vez Choele Choel, y la sala del club Sportsman estuvo repleta de público.

Ambos, aún cuando tienen raíces en el teatro, se definen como libretistas, como historietistas del humor, que palpan la realidad día a día para poder salir al ruedo.

Rubio, que participa además en varios programas de televisión, sostuvo sobre sus inicios «estudiaba teatro con Brisky, pero no comicidad. Y empece a trabajar en un programa en Rosario, que hacíamos con la troupe rosarina de Tinelli. Empecé a escribir. Y después me metí en un programa de cable, en el «90. En el «93 empecé en la radio, con humor más periodístico».

Sobre el trabajo en radio mencionó que ese medio «valoriza más la palabra. Porque en la tele visión el humor tiene que ver más con caras, un humor que particularmente a nosotros no nos gusta. O tenés que parodiar que sos un puto, o hacer caras. Pero la radio valoriza más lo que se dice».

De cómo es trabajar con el humor con la realidad de la Argentina, Rotemberg respondió que «no pasa por una cuestión de complicación. Porque en realidad se hace dificil vivir en la Argentina, todos tenemos amigos que se han quedado sin trabajo, que se van del país o que les afanaron. Lo que tenemos es ciertos mecanismos de la profesión, de poder sacar del otro lado y buscar esa letra que nos dan los políticos para el humor. Es eso, pasar el mal momento buscando la manera de pasarlo».

De su incursión en el teatro, Rubio dijo «siempre envidiábamos mucho a los grupos que tienen la posibilidad de elegir sus chistes, filtrarlos mucho y elegir lo que les gusta, y hacerlo durante mucho tiempo. En cambio nosotros todos los días escribimos dos o tres notas, lo que usaste no te sirve, y al tiempo tenés que cambiar esto y aquello. Entonces por qué no elegir las cosas que nos gustan, y eso estuvo siempre latente. Y después nos empezaron a invitar, fuimos a dar charlas de cómo era nuestro laburo. Así fuimos a Rosario, a Bahía Blanca. Y cuando viajábamos nos escribíamos una rutina, llevábamos producciones nuestras que nos habían gustado. Y eso fue la semilla para el teatro».

Sobre el espectáculo Rubio y Rotemberg explicaron «que el público se encuentra con lo mejor de Rubio y Rotemberg que eso dura los primeros tres minutos. Después el resto es la porquería de siempre, que eso dura una hora y veinte (risas). En realidad, básicamente nos quisimos acercar a los oyentes, es por eso que no tenemos imagen de televisión. Es un poco la cocina de la radio, cuando hacemos «Animal Planes», cómo hacemos los efectos, los ruidos. Tenemos canciones, tenemos comunicación con el enviado a Estados Unidos, tenemos a los Chalchale, una diferencia entre Moria Casán y Graciela Alfano, los chistes más ocurrentes sobre los argentinos, un repaso sobre el humor en la Argentina».

Ambos coinciden en resaltar que sus diferencias con otros humoristas pasan por la manera de trabajar. «La radio por lo general es territorio de imitadores, y nosotros, más allá de alguna caricatura, por ahí lo que hacemos es más parecido al laburo que hacen los historietistas o aquellos que hacen el chiste editorial en un diario. Así todos los días estamos pensando qué vuelta graciosa le encontramos a lo que pasa en el país» sostuvo Rubio.

«Nuestro método de trabajo es escribir. Agarrar la lapicera y el diario, y empezamos a buscarle la vuelta» agregó.

Aun cuando se han convertido en uno de los dúos más ácidos del humor nacional, sostuvieron que no han tenido problemas con la clase política. «Por lo general no hemos tenido problemas. Por lo general a los políticos les gusta más figurar, y enojarse no sirve porque le dan más trascendencia. Porque en definitiva el humor a ese fin es inocuo, no podés hacer renunciar a un ministro haciendo humor. Porque uno no está descubriendo más de lo que se sabe. El chiste funciona poniendo en palabras divertidas lo que todo el mundo sabe», subrayó Rubio.


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