Lo que un presidente no debe hacer

Echaron al presidente de la fábrica de aviones Boeing, casado, por su "relación personal" con una ejecutiva de la empresa.

WASHINGTON (AFP).- El grupo estadounidense de aeronáutica y defensa Boeing anunció sorpresivamente ayer la partida de su presidente, Harry Stonecipher, en momentos en que la competencia europea es feroz y el Pentágono ha congelado un importante pedido de aviones de reaprovisionamiento.

A Stonecipher, de 68 años, le fue pedida la renuncia el domingo, tras conocerse su «relación personal» con una ejecutiva de la empresa, y será reemplazado interinamente por el director financiero James Bell, informó un comunicado de la empresa.

«La renuncia no tiene ninguna relación con el desempeño operativo de la compañía ni con su situación financiera, las cuales se mantienen sólidas», precisó.

«Sin embargo, el presidente de la compañía debe ser un ejemplo de comportamiento profesional y personal absolutamente intachable, por lo que el Consejo entendió que ésta era la decisión adecuada ante las circunstancias dadas», añadió.

En una teleconferencia con reporteros, Platt admitió que la relación de Stonecipher con la funcionaria no violaba el código de conducta de Boeing, «pero cuando nos enteramos de los detalles consideramos que algunos de ellos resultarían embarazosos».

La sorpresiva dimisión del presidente dimitente -casado, ex ingeniero de habla severa, amante de los coches veloces- recuerda la de su predecesor, Phil Condit, que cayó en desgracia en diciembre del 2003, tras una serie de escándalos de espionaje industrial y acusaciones de vínculos impropios con funcionarios del Pentágono.

Algunos analistas creen que la compañía podría verse afectada en el corto plazo por la partida de Stonecipher, quien en 2003, ya jubilado, había sido llamado de vuelta a la actividad para devolver el equilibrio a la empresa, que ha perdido lucrativos contratos del Pentágono debido a los escándalos.

A mediados de febrero, Michael Sears, ex jefe de Finanzas de Boeing, fue condenado a cuatro meses de detención y a una multa de 250.000 dólares tras admitir que reclutó a un ex funcionario de adquisiciones de la Fuerza Aérea como parte de un esfuerzo por ganar un contrato de arrendamiento de aviones de reaprovisionamiento.

A raíz del escándalo, el Pentágono suspendió el contrato y se espera que llame a una nueva licitación que enfrentará a Boeing con el gigante europeo Airbus. «Creemos que Harry (Stonecipher) ejercía un impacto altamente positivo sobre las acciones de Boeing y esperamos que no se vean demasiado afectadas», opinó George Shapiro, de Smith Barney.

De todos modos, «con los problemas que había tenido Boeing con la administración, creemos que el Consejo no tenía ninguna opción que no fuera la renuncia», agregó. Las acciones de Boeing cayeron 37 centavos (0,63%), a 58,01 dólares, alrededor del mediodía en la bolsa de Nueva York.


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