Lograron salvar a un petrolero que fue mordido por una coral

Tiene 27 años y trabaja en un yacimiento de Catriel. Tras ser atacado, manejó unos 20 kilómetros hasta que empezó a sentirse mal. Fue trasladado de urgencia a Cipolletti y llegó con el tiempo justo para que médicos le inyecten el antiofídico. Es el tercer caso que se da en 23 años.

CIPOLLETTI (AC).- La rápida intervención de los médicos del hospital de Cipolletti logró salvar la vida de un joven petrolero que fue picado por una víbora de coral en Catriel. Llegó con el tiempo justo para poder recibir el suero que neutraliza el veneno de este tipo de animales, que cuando muerde despide una sustancia tan potente que puede llegar a matar a un ser humano en cinco horas. Si bien este tipo de serpientes habita en la región, el ataque a humanos es algo inusual. En 23 años este es el tercer caso que se conoce, aseguró ayer el jefe de terapia intensiva del hospital Pedro Moguillansky, Guillermo Lebed.

La odisea de Claudio Páez, de 27 años, se inició el viernes cerca de las 14 cuando bajó de su camión para ir al baño y fue mordido por la coral en el brazo. Estaba por descargar su camión en el yacimiento Medanito de Catriel, en zona de bardas. Asustado -según relató- la primera reacción que tuvo fue agarrar al animal y ponerlo en la caja del vehículo para saber si realmente era venenoso. «Hice todo lo que no había que hacer. Primero no le di importancia a la mordedura y tampoco le avisé a nadie a pesar de que estaba cerca del campamento petrolero», dijo. Subió a su camión y comenzó a manejar hacia 25 de Mayo, a 20 kms de allí. A los cinco minutos empezó a sentir los primeros síntomas. «Logré llegar a una estación de servicio con el abdomen endurecido, la respiración cortada, un dolor terrible en la cintura y adormecimiento en las piernas», relató. Allí, intentaron llamar a una ambulancia pero no lograron comunicarse. Así que dos personas del lugar lo subieron a una camioneta y lo llevaron al hospital de Catriel donde recibió los primeros auxilios y fue trasladado de urgencia a Cipolletti.

«Llegó con el tiempo justo para que le inyectemos el suero antiofídico porque el lapso para que sea efectivo es de cuatro horas», explicó el médico de terapia intensiva, Ismael Badde.

«Estábamos preparados para lo peor. Por suerte no hubo mayores complicaciones y comenzó a recuperarse rápidamente», reconoció. También comentó que mientras esperaban a Páez se solicitaron al hospital de Roca y al de Neuquén las dosis faltantes de suero. A su vez, pidieron información específica a la Asociación Toxicológica de Buenos Aires y a la dirección de Saneamiento Ambiental de la provincia. Profesionales de la zona destacaron que es importante saber que el mapa de riesgo sobre la distribución de la víbora de coral llega hasta la zona de la Confluencia y al norte de esta provincia. Habita en el sector de bardas en la margen sur del río Negro, entre Roca y Cipolletti y en la zona de la meseta neuquina.


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