Lorena Zarranz se vino con un premio más

Participó del encuentro y concurso de la ciudad de Victoria. Quedó en segundo lugar, con el primero declarado desierto. Piensa perfeccionarse en Francia con el salteño Ricardo Márquez.

ROCA- Lorena Zarranz está recién llegada de Entre Ríos, donde participó del único concurso de guitarra que se hace en el país desde hace varios años. El concurso de Victoria se realiza dentro de un seminario de guitarra muy importante, quizá porque Entre Ríos es un lugar donde la guitarra es muy popular además de tener una escuela específica en Paraná donde el profesor Eduardo Issac es el que ha repuntado la cátedra. A partir de allí se ha extendido el instrumento a toda la provincia, particularmente en Victoria, donde hay una guitarrista que organiza todo con su empuje.

Los dos últimos días del seminario se hace el concurso, en el que Zarranz sacó el segundo premio pero con un primer premio desierto.

Jorge Palacios, de Regina, también fue seleccionado a pesar de tratarse de su primer concurso, con un jurado que está integrado por Graciela Pomponio, Víctor Villadangos -quien es profesor en el INSA- Eduardo Fernández, profesor uruguayo y María Isabel Swert que es argentina pero que vive en Austria y tiene una cátedra en Salzgburgo.

El premio de Zarranz consistió en algún dinero y la presentación como solista con la orquesta de 25 cuerdas, con una obra que pudo elegir entre cinco propuestas y que ella determinó que fuera de Guastavino.

Según relató a «Río Negro», «fue una experiencia hermosa porque demás fue en el lugar justo: la abadía de los monjes benedictinos, una iglesia chica con linda acústica que permitió el lucimiento de la guitarra.

Lorena hizo toda la carrera en Roca, se recibió en el '96 del único título que se podía recibir en ese momento y luego se fue a Paraná, donde estudió un año con Isaac. Siguió haciéndolo hasta mitad del 99 viajando regularmente a tomar clases en esa ciudad entrerriana, hasta que finalmente llegó a Roca el profesor Villadangos, con quien en la actualidad cursa el ciclo superior en el INSA.

Entre sus planes está el año que viene llegar a Francia para estudiar con el salteño Ricardo Márquez, que fue el último alumno destacado de Martínez Zárate y que a los 20 años ya se había ganado todos los premio de Latinoamérica y el de Radio Francia y a partir de ahí se quedó allá dando clases en el conservatorio de Estrasburgo.

Le gustan todos los géneros

Lorena es muy inquieta y con sus 24 años ya anda por el país ganádose premios. No sólo toca guitarra clásica, sino que hace todo tipo de música, mezclándose con grupos de distintos géneros como jazz o música de raíz étnica.

En la entrevista alabó el modo de trabajar de su actual profesor Villadangos, porque «no tiene problemas de enseñar a un principiante a pesar de que tiene dotes de maestro con mucha experiencia».

Esta experiencia la beneficia porque trabaja sobre un repertorio de programa, pero también resuelve sus cuestiones técnicas de las cosas más mínimas. «Otra cosa importante de él es que es muy ecléctico y sabe mucho de jazz, de arreglos y de tango, además de su específica carrera académica y tiene una cabeza muy abierta a todo a pesar de centrarse en la guitarra clásica».

Quizá por eso mismo, de todos los géneros, a Lorena no hay ninguno que le interese muy en especial como para poder dedicarse por entero.

Prefiere la variedad en este momento. Actualmente toca música de raíz folklórica con «Línea de fuga» y con el grupo «Refazenda» hace música de Brasil, pero no deja de trabajar con el repertorio de música clásica. En este género «se plantea toda la perfección y el estilo, pero calculo que en algún momento voy a tener que elegir -dice casi resignada- porque todo no podés si querés hacerlo bien. Si tuviera que elegir, creo que sería la música clásica y dentro de esa música clásica, el período renacentista y barroco, que son los que más me interesan.

Pero no deja de lado «la música de raíz folklórica como la que hace Juan Falú y la de ciertos compositores nuevos. La guitarra está en auge a partir de que compositores jóvenes le están dedicando sus creaciones. Hay mucha música que me gusta en el jazz actual, siempre tratado desde lo académico. Creo que con la que no me siento identificada es con la música electroacústica, de laboratorio», define.

Una formación más piramidal

«A mí me gustaría que fuera una estructura más piramidal la formación que se hace en Roca, con una base más común y que después uno tome la línea que más le parezca, sobre todo en este lugar donde no hay opciones para perfeccionarse en otros estilos».

Ese trabajo de ampliar el panorama lo hace ella tomándolo de músicos populares locales que a su vez son autodidactas.

Técnicamente, como to-dos los argentinos, trabaja con la básica de Abel Carlevaro «que es el que renovó la vieja técnica segoviana muy española que resaltaba el color metálico y brillante de las cuerdas».

Luego, ampliando el concepto, explica que «Carlevaro hace desde Uruguay toda una revolución de la guitarra, con sus cuatro cuadernos donde expone todo su método técnico. Cada profesor luego pone sus cosas personales sacadas de sus propias búsquedas, agregándolas a ese método básico. En el curso que hizo ahora en Victoria, precisamente una de las charlas que dio Villadangos se llamaba «más vale maña que fuerza» con ejemplos de solución de pasajes difíciles con cosas que uno no haría nunca, medio extrañas, pero que funcionan y que solucionan problemas para quienes tiene manos chicas. De lo contrario habría obras que sólo la podrían tocar personas de manos enormes» dice finalmente con su especial y sugerente sonrisa.


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