Los ataques a la prensa argentina, analizados en la Feria del Libro

Los periodistas que se desempeñan en el interior del país son los más perjudicados, según un informe.

Buenos Aires (ABA).- «El hostigamiento a la prensa argentina es permanente. Y las situaciones se agravan en el interior del país, donde el poder político cercena a periodistas y medios de comunicación desde todas las esferas que dispone. Por un lado, maneja la publicidad, y por el otro el aparato coercitivo. Y esto no debe pasar desapercibido por quienes brindamos la información cotidiana.»

La frase pertenece al reconocido periodista Nelson Castro y resume a las claras el punto central de la conferencia que brindó junto a sus colegas Magdalena Ruiz Guiñazú y Horacio Verbitsky para un auditorio de más de 200 personas en la 27 Feria Internacional del Libro.

Estos prestigiosos comunicadores sociales estuvieron en la mega exposición cultural con motivo de presentar la última edición de la Asociación Periodistas –de la que forman parte-, denominada «Ataques a la prensa 2001».

Se trata de un informe anual que la editorial Planeta acerca a las librerías con el objetivo de dar a conocer los avatares periodísticos del último año y difundir los desafíos que la profesión enfrenta.

En esta oportunidad, la publicación hace énfasis en los elementos judiciales que perjudican la labor periodística –ejemplificado con un caso puntual de un investigador que reconstruyó la masacre de unos religiosos durante la dictadura-, y en la indefensión en la que se encuentran los cronistas del interior del país, quienes en la mayoría de los casos deben recurrir a las asociaciones porteñas para obtener soluciones.

«Los colegas del interior del país son los más perjudicados por el hostigamiento que padecemos los periodistas por el simple hecho de que no tienen la posibilidad de denunciar lo que sufren en las instancias judiciales de sus ciudades, donde las fronteras entre la justicia y el poder político son muchas veces borrosas», enfatizó Ruiz Guiñazú.

Según explicaron en la presentación, lo que esta situación genera es que las entidades de defensa de los profesionales de la información de cada provincia vean su radio de acción reducido, y deban acudir a los colegas de Buenos Aires para canalizar sus demandas.

Sin embargo, el problema que representan las constantes presiones político-judiciales sobre la prensa no sólo queda reducido a lo que padecen los periodistas.

«Lo que estos golpes generan no sólo afectan a los trabajadores de prensa: todos somos víctimas de la presión. Si un periodista que investiga es callado, la sociedad es callada con él, producto de la falta de información que esto genera. Se trata de un proceso que lleva a cortar la cadena de información, y con ello, la de la democracia y la participación», expresó Castro.

Por su parte, Verbitsky destacó que si bien la situación de la prensa mejoró desde que Fernando De la Rúa es presidente, es necesario hacer un ajuste del sistema judicial para llegar a una solución definitiva a los problemas.

«En estos últimos dos años, lo que cambió es que dejó de haber un hostigamiento centralizado en el Poder Ejecutivo. De la Rúa no se dedicó a esto, como sí lo hizo Carlos Menem».

«Por eso la situación actual es algo más alentadora que la de otros tiempos, cuando había una agresión sistemática hacia nosotros», dijo el periodista de «Página 12».

Y agregó: «Sin embrago, si queremos dar una solución real al problema de las presiones, debemos apuntalar las leyes actuales, para acotar así los márgenes de la arbitrariedad a la que nos vemos sometidos cada vez que debemos enfrentar a un juez».

Lucas Colonna


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