«Los autos venían como a 120 kilómetros por hora»

ROCA (AR).- Los dos detenidos tras la picada que terminó en tragedia el domingo a la mañana de la semana pasada en el centro de esta ciudad, y que se cobró la vida de Andrea Belén Mariguán, fueron careados ayer pero ambos se mantuvieron en sus dichos. Pablo Yacopino y Juan Vicente Gaitán, se acusaron mutuamente de ser los conductores del Chevrolet 400 que provocó la tragedia.

Ayer, otros dos testigos declararon en el juzgado de Juan Torres. Ambos coincidieron en que el Chevrolet 400 y el Torino que también fue secuestrado, venían muy rápido. Incluso arriesgaron la cifra de «120 kilómetros por hora».

Según trascendió, el segundo testigo de la jornada de ayer circulaba en un auto el domingo de la tragedia por calle Tucumán y llegaba a Chacabuco, a media cuadra de donde Andrea Belén Mariguán murió aplastada contra una pared.

Dijo que vio venir a ambos autos a gran velocidad, y que el primero en llegar a la esquina fue el Torino. Señaló que este auto disminuyó la velocidad por el badén, pero que igual le tocaron las cubiertas en el pasarruedas. Declaró que el Chevrolet tomó el badén a la misma velocidad que venía, se descontroló y luego ocurrió el accidente.

Señaló también que no escuchó ninguna frenada, lo que coincidiría, al menos, con la falta de rastros de este tipo de maniobra en el asfalto.

Mientras, la gran duda sigue siendo quién era el conductor del Chevrolet.

Luego que ninguno de los detenidos cambiaran sus posturas de negar haber estado al volante del auto, este testigo dio la descripción de quien iba al volante de este vehículo que hirió también a Liliana Lara y a Romina Vilches.

Distintas interpretaciones

Pero este tramo de la declaración tiene varias interpretaciones según a quien se escuche.

Para el querellante Oscar Pineda -representante de la familias Mariguán y Viches- esta declaración indicaría que quien lo conducía era Yacopino. «Hace una descripción muy firme y con detalles», indicó Pineda.

El defensor de Yacopino, Eves Tejeda, le restó fuerza a este testimonio. «Describe a mi cliente como el que manejaba. Dice que se bajó del auto y que se quedó parado. A Yacopino lo tuvieron que bajar porque estaba muy golpeado. El testigo no es contundente», señaló.

Muy escueto fue el fiscal Luis Galeano. «El peso de los testigos será materia de análisis más adelante. Lo único que puedo decir es que pedí las pericias de los rastros de sangre que quedaron en el torpedo del auto», indicó ayer.

Tras la presentación para e careo, los detenidos fueron trasladados para ser revisados por integrantes del Cuerpo Médico Forense. Gaitán tiene el brazo izquierdo quebrado, mientras que Yacopino presentaba diversas lesiones en su costado derecho.

Para hoy no está prevista la declaración de ningún testigo, salvo que alguien se presente a declarar en forma espontánea.

El querellante Pineda adelantó que solicitará una pericia mecánica para tratar de establecer en qué condiciones de transitabilidad estaba el Chevrolet 400.

«Queremos saber el estado de los frenos, las cubiertas, las suspensiones y tratar de determinar a la velocidad a la que chocó, a través de los daños que tiene en la carrocería», le anticipó ayer a «Río Negro».

El auto presenta toda la parte frontal seriamente dañada. Incluso, y como para tener una idea de la fuerza del golpe, se confirmó que el motor se partió.

Por otra parte, las jóvenes Romina Vilches y Liliana Lara, quienes sufrieron heridas en distintas partes del cuerpo y quedaron desvanecidas en la vereda tras el impacto, fueron dadas de alta. Sin embargo, estaba previsto que siguieran con tratamiento psicológico, ya que hasta ayer, una de ellas no sabía que su amiga Andrea Belén Mariguán había fallecido en el accidente.

A través de familiares, se había indicado la semana pasada, que lo único que recuerdan estas dos jóvenes, es estar tiradas en la vereda, no sabiendo qué fue lo ocurrido segundos antes.