Los cambios en el Impuesto al Trabajo
Una de las medidas que contemplan la reforma analizada es la reducción de los impuestos al trabajo para sectores intensivos (ropa, calzado, software y mueble). Los objetivos son la generación de empleo y el estímulo a la actividad productiva. A continuación se compara la situación actual de la Argentina y Brasil. Se consideran aquellos impuestos o alícuotas aplicadas al salario bruto y que incrementan el costo laboral. Se incluyen las cargas de seguridad social, pagos obligatorios para cubrir riesgos de trabajo y contribuciones llamadas parafiscales que tienen como destino financiar actividades específicas, por ejemplo, financiando entidades empresarias. Cabe distinguir entre contribuciones patronales y aportes personales, siendo los primeros pagados por el empleador (se computan sobre el salario bruto, aunque se suman al mismo, para computar el costo total), mientras que los segundos son descontados de la remuneración bruta del trabajador. Sin embargo, independientemente de sobre quién recaiga la percusión del impuesto, la incidencia tanto de contribuciones patronales como aportes personales será compartida por ambas partes. Debe aclararse que no necesariamente toda la carga de la seguridad social debe ser considerada impuesto, ya que debe ‘netearse’ la valuación que hacen los trabajadores de los beneficios sociales que reciben. Debido a que tanto los aportes personales como las contribuciones patronales pueden redundar en aumentos de los costos laborales, es posible efectuar una comparación internacional considerándolos de manera consolidada. La dispersión bajo esta mirada disminuye, aunque persisten amplias desigualdades. La Argentina muestra la mayor carga total (41,5%), mientras que Corea y EE. UU. son los que presentan menores cargas obligatorias. También existen otros conceptos no relacionados con la seguridad social, pero que inciden en el costo laboral, como las alícuotas de ART u otros seguros. En el caso de Argentina esta alícuota ronda el 1,5% y Brasil, el 2%. Mientras que la Argentina no tiene alícuotas obligatorias a instituciones estatales o privadas, Brasil incluye dentro de los costos laborales alícuotas parafiscales que llegan al 3,1% (aunque depende del sector específico considerado). En resumen, la visión general refleja que el sistema de seguridad social en la Argentina presenta las alícuotas más elevadas entre los países analizados, llegando al 40%. La existencia de una elevada informalidad laboral es la contracara de esta situación. Las medidas aprobadas en Brasil van a ampliar las diferencias en este sentido. Debe considerarse también que suelen existir diferencias y exenciones por región, sector de actividad y características del puesto o del empleado, además de límites mínimos y máximos de la remuneración imponible considerada para aplicar estas alícuotas. Por ejemplo, en Argentina, parte de las contribuciones pueden ser consideradas como crédito fiscal para el IVA, según la región geográfica del puesto.
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