Los chicos hacen repuntar el mercado editorial
Pese a la mayoría de los padres, los chicos se siguen tentando ante los mundos de ilusión que les proponen los libros de literatura infantil de las editoriales argentinas, que día a día proponen novedades que mueven el mercado del sector. Por ello, en la actual Feria del Libro Infantil se respiran aires optimistas, pese a que se sigue viviendo en la crisis económica.
El panorama de la literatura infantil en la Argentina muestra que a pesar de las dificultades económicas del sector editorial, hay un leve repunte de ventas con respecto al año pasado, además de una gran diversidad de temáticas, un índice -más allá del fenómeno de Harry Potter- que marca la importancia asignada a este sector de lectores.
«Normalmente en la Argentina la lectura de ficción tanto para adultos como para chicos ha sido un hábito de la clase media, que fue una de las más golpeadas por la crisis económica, por lo que a pesar de los esfuerzos de los editores por ajustar los precios, esta realidad se reflejó en las ventas. Recién ahora podemos observar una leve reactivación del sector», comentó Gustavo Canevaro, titular a cargo de la Cámara del Libro.
El año pasado, puntualiza el editor, «la cantidad de títulos cayó un 30 por ciento, y en cantidad de ejemplares producidos un poco más todavía. O sea que entre los dos ítems la caída total en el 2002 fue de un 42 por ciento» «En el 2003 esta tendencia se va revirtiendo, la cantidad de novedades registradas se ha incrementado notoriamente en relación al año pasado, lo que pasa es que seguimos con un número bajo si comparamos con las cifras del 2000», menciona Canevaro aludiendo a la etapa anterior a la devaluación del peso. Además, de estar en estos momentos al frente de la Cámara del Libro, Canevaro dirige la editorial Albatros, cuyo segmento infantil sólo dedica a la ficción «dos colecciones de magia y al terror, con autores extranjeros traducidos al castellano».
Entre las novedades que la editorial presenta en la Feria del Libro Infantil, que en estos días se desarrolla en la ciudad de Buenos Aires, figura una antología, '13 de espanto', «que apunta a una temática, el terror, que ha hecho furor entre los chicos, aunque ahora fue desplazada un poco por la magia, a partir de los libros de Harry Potter y la trilogía de J. R. Tolkien». Otro libro que se apresta a salir es un «Gaturro para chicos», con el que se abre una colección expresamente infantil, «ya que e popular personaje creado por Nik es muy seguido por los alumnos en los colegios».
«El primer libro presentará los personajes principales de la tira y además de la historieta se añadirá una parte con los elementos necesarios para que el pequeño lector escriba su propia historieta (qué es un cuadro, un globo, una secuencia, etcétera)», especifica Vera.
A partir de los 4 años, «hay una colección (Los caminadores) que funciona muy bien. Abarca temáticas muy distintas, son cuentos breves muy trabajados desde lo literario. Por ejemplo, «Sopa de estrellas», que tuvo un gran éxito de crítica, trata de un día en la vida de un chico cartonero y su perro. Una historia increíble, que no tiene ninguna bajada de línea», aclara.
A su juicio, el éxito de temáticas más comprometidas socialmente, tiene que ver «con una necesidad de renovación de géneros».
Editora a cargo del sector de literatura infantil y juvenil, de la editorial Alfaguara, Fernanda Maquieira, a su vez, destaca el nuevo libro de Elsa Bornemann, una de las autoras favoritas de los chicos, «que hacía años que no publicaba. Ahora lo hace con 'Amorcitos sub 14', para la franja que va entre los 10 y los 12
años». «Bornemann tiene sus lectores, no pasó de moda, empezó con el primer libro en los 70, el segundo es de los años 80, con textos de amor y poesía para los chicos, que se han reeditado de manera constante», apunta.
Otra de las novedades, es una pequeña novela de Griselda Gambaro, 'Gran nariz y el rey de los seiscientos nombres», «que habla de reinos lejanos, de campesinos y reyes, pero con un contenido muy actual. Un pueblo gobernado injustamente que recobra protagonismo para solucionar sus problemas. Una reflexión sin moralinas, que es una apuesta fuerte de la editorial».
También presentan un libro de cuentos de Silvia Iparraguirre, «El país del viento», para adolescentes, que transcurre en la Patagonia, en diferentes momentos del siglo XlX y XX. Hay mezcla de realismo con historia de colonos, indígenas, buscadores de oro, piratas… personajes que tienen que ver con la construcción de la región. Un libro para ubicarlo ya.
El sábado último, la talentosa Graciela Montes hablaba con Carlos Ulanovsky por radio sobre la permanente subestimación que escritores y padres han tenido constantemente hacia la literatura infantil sin justificativo alguno.
«Siempre se pensó que quienes producimos literatura para chicos lo hacemos con `palabritas y no con palabras; que a esta literatura la puede escribir cualquier maestra jubilada, cualquier abuela que tiene tiempo libre y no un profesional de la literatura… La realidad indica que la literatura infantil tiene tal superexigencia intelectual -tanto para crearla como para disfrutarla como lector- que no es para que la haga cualquiera».
Lo dice una autora que vive de sus derechos de autor y que es bestseller desde hace años y que muchos de sus títulos conocen más de ocho ediciones.
El panorama de la literatura infantil en la Argentina muestra que a pesar de las dificultades económicas del sector editorial, hay un leve repunte de ventas con respecto al año pasado, además de una gran diversidad de temáticas, un índice -más allá del fenómeno de Harry Potter- que marca la importancia asignada a este sector de lectores.
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