Los cinco 'pecados' capitales
River no se apiadó del "Santo" y le propinó una dura goleada. Fue 5 a 1, y sigue soñando.
River sumó la cuarta goleada consecutiva, esta vez ante San Lorenzo, y sigue soñando con luchar por el título del Apertura. El conjunto de Reinaldo Merlo destrozó, y terminó con un lapidario 5 a 1.
Gallardo golpeó dos veces y el partido se deshizo. Para los del Gustavo Alfaro no hubo manera de reponerse del sorpresivo huracán inicial.
La devastadora contundencia de los millonarios arroyó a los de Boedo. El innecesario penal de Mateo a Falcao apenas comenzado el encuentro minó las esperanzas del Ciclón.
Gallardo convirtió desde los doce pasos y luego Farías inició un extraordinario contraataque que continuó Falcao y culminó magistralmente el 'Muñe'. River era el único equipo que estaba en la cancha. San Martín manejaba los hilos junto a Gallardo. Así River monopolizó la pelota, disponiendo del juego a su antojo.
El 'Santo' quedó quebrado, desbordado en todos los sectores. Era y se sentía abismalmente inferior. Un equipo largo que hacía todo mal. No presionaba en bloque y atacaba con pelotazos para Cardozo. Así regaló el primer tiempo, sin llegar ninguna vez al arco que defendía Lux.
Para colmo, en la última jugada de los primeros 54 Gallardo ejecutó un córner y Talamonti convirtió el tercer tanto.
Ante tanta calamidad, Alfaro movió algunas piezas en el mediocampo. Mateo Coudet se quedaron en el vestuario. Darío Bottinelli y Montillo saltaron al campo.
Y se vio lo mejor de San Lorenzo en toda la tarde, aunque no sucedió nada del otro mundo. Pereyra descontó de cabeza para encender una luz de esperanza. Pero no hubo caso. Así como durante el primer tramo de la era Merlo todas eran pálidas, ahora la fortuna acaricia las puertas de los millonarios.
En el complemento San Lorenzo contó con varias chances para amagar con la igualdad. Pero siempre ocurría algo para impedirlo. Como sucedió tras un desborde de Barrientos, quien asistió a Lavezzi para que definiera en la puerta del área chica. Era gol. Pero no fue. La pelota dio en el rostro de Lux.
Los intentos cada vez más desesperados del Ciclón se desvanecieron en los últimos cinco minutos.
Falcao convirtió dos veces y selló la goleada: un lapidario 5-1.
Para consolidar la levantada de River en el Apertura y afirmarse como el arma letal millonaria. El colombiano se ensambló de manera sorprendente y ya tiene siete goles en el torneo.
Tras señalar el quinto se retiró lesionado, en medio de una ovación de todo el Monumental.
El mismo estadio que observó a este River que es puro gol. Tras el empate sin tantos en el pésimo superclásico, en los últimos cuatros encuentros el equipo de Merlo sumó 16 goles a favor y sólo dos en contra.
Con esta contundencia, se arrimó a pelea. Y ahora sueña despierto. Sueña con el título.
Del desastre a la esperanza
El Apertura se ríe de los pronósticos y de los analistas. Promediando el torneo se enfocaba la lucha por título en un mano a mano entre Boca y Vélez. Ambos sumaban éxitos en la Copa Sudamericana y en el campeonato local.
Incluso los mismos jugadores de River aceptaban que no les quedaba ningún objetivo hasta finalizar el año. Hasta que, de pronto, los millonarios comenzaron a ganar. Una victoria siguió a la otra, hasta acumular cuatro consecutivas. Todas por goleada. Y los equipos de arriba fueron dejando puntos en el camino. Las diez unidades que le llevaba Boca se acortaron a dos.
La cima cambió de dueño, y ahora es el Gimnasia Troglio quien gobierna el Apertura. Es cierto, está cinco puntos por encima de River, que podrá descontarle directamente dentro de dos jornadas, cuando lo enfrente en La Plata. Lo que un mes atrás era imposible, hoy parece como algo complicado. A fuerza de goles y victorias, el equipo de 'Mostaza' se metió en la discusión.
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