Los desafíos de contar con documentos sin identificación de sexo

El pedido de una persona que solicitó la modificación en su partida de nacimiento abrió un nuevo debate sobre el binarismo.

En Argentina las personas pueden solicitar la rectificación registral del sexo y la modificación del nombre de pila e imagen en la documentación, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida. Los trámites, hasta el momento, se hacían para cambiar de femenino a masculino, y viceversa. Sin embargo el registro civil de Mendoza planteó que no deben admitirse sólo estas dos posibilidades. Rompió el corsé y fue puntapié para un nuevo debate: ¿es relevante consignar esta categoría en el DNI?

La ley de Identidad de Género, aprobada en 2012, permite por vía administrativa pedir la rectificación, sin necesidad de acreditar ninguna intervención quirúrgica, ni tratamiento hormonal. Alcanza a los adultos e incluso a los niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta la autonomía progresiva. Esto significó un gran logro para las personas trans y travestis que motorizaron la iniciativa: la identidad es una cuestión de derechos humanos y el único requisito exigible es la expresión de la voluntad.

No se establece que quien haga el trámite debe manifestarse como varón o mujer y así consignarlo. La ley define a la identidad de género como “la vivencia interna e individual” tal como “cada persona la siente”, independientemente del sexo que se le asignó al nacer. Puede involucrar la modificación de la apariencia, pero no es un requisito.

Sobre esta base es que se aceptó, en Mendoza modificar el acta de nacimiento a una persona que pidió que no se consigne su sexo en su documentación, pues quiere apartarse de la postura binaria (varón/mujer).

“Estoy seguro que cualquier juez haría lugar a la petición, la duda que nos genera es si puede hacerse por vía administrativa”, afirmó Santiago Nuñez, coordinador de los Registros Civiles de Neuquén. Agregó: “la pregunta del millón es ¿cuántos géneros hay?, y sino existe más el género ¿para qué necesitamos el género? Eliminémoslo como requisito de la documentación”. La diputada nacional rionegrina, Silvia Horne, ya lo propuso.

“Creo que estamos en un momento histórico en el cual nos podemos permitir hablar del no género o del género fluido y corrernos del binarismo, porque la misma sociedad nos lo está demandando. Se nos plantean otros desafíos como las personas que no se reconocen incluidas en ningún genero”, explicó la abogada Mariana González, especialista en la temática.

Si nuestra organización social está diseñada en función de dos etiquetas y éstas son abolidas, ¿se anulan las diferencias existentes? Para González no necesariamente. “Por ejemplo las violencias contra las mujeres ejercidas por varones todavía existen y van a seguir existiendo. Recién ahora las hemos logrado visibilizar como delitos. Si nosotros pasamos a una categoría no binaria del sistema judicial, o del derecho, eso va a seguir existiendo y eso también vamos a poder seguir nombrándolo, porque de hecho no se va acabar porque agreguemos un género equis al sistema”, señaló.

“¿En qué le puede afectar a una persona que otra no se autoperciba ni varón, ni mujer? No se le quita nada a nadie, si no que se amplían derechos”, aseguró Benjamín Genova, referente de varones trans de Neuquén y Río Negro.

Alrededor de este tema hay burlas del tipo: “yo me autopercibo perro, voy a pedir el cambio en el DNI.” Sobre este punto Benjamín sostuvo: “¿por qué están en contra de la Educación Sexual Integral? Y porque tienen miedo de qué los pibes le pongan nombre a las cosas que les pasan en la casa. ¿Por qué tienen odio contra la ley de Identidad de Género? Y por ahí no están pudiendo decir las cosas que realmente sienten. No se trata de discriminación, se trata de odio, odian a las identidades trans. No sé qué perdió la gente desde que existe esta ley. Yo creo que no perdió nada.”

Puntos clave del dictamen del Registro Civil de Mendoza

 

Que no se consigne si es mujer o varón el portador del DNI no elimina las diferencias existentes a nivel sociocultural, opinan los expertos.

La votación

La propuesta plantea que consignar este dato es irrelevante en términos jurídicos.
Florencia Salto

 

Un proyecto de ley en el Congreso

Cuando el Registro Civil de Mendoza avaló el pedido para que se rectifique la partida de nacimiento y el DNI de una persona, sin asignación de sexo, quienes trabajan hace años en el tema vieron una oportunidad.

Fue así que la diputada rionegrina Silvia Horne (PPV), junto a la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), elaboraron un proyecto de ley para eliminar la categoría “sexo” en los documentos públicos y privados.

“Es un proyecto largamente estudiado y consensuado en la comunidad LGBT. Vimos la oportunidad de la presentación a partir de lo que sucedió en Mendoza. Es importante darle un marco legal, certero y profundo y que no quede como un antecedente al libre albedrío”, dijo la diputada. Afirmó que los derechos adquiridos en las luchas feministas, como ley de paridad, cupo, quedan resguardados.

El proyecto busca avanzar sobre las bases que fueron establecidas en la ley de identidad de género y plantea que el sexo de nacimiento ya no tiene utilidad real en los documentos.

Cuando la noticia se conoció algunas personas insultaron a los creadores de la iniciativa. Horne respondió y dijo que trabaja en legislación de varios temas y le pareció necesario hacerlo con éste.

“Siempre existe la forma superficial de atacar lo que no se comparte o con lo que no se está de acuerdo. Cada vez que se inicia un hecho transformador están los que avalan y cuestionan. Uno de los objetivos principales del proyecto es habilitar el debate”, aseguró.

Ante la pregunta de si cree que la sociedad está madura para darse estos debates, la diputada se preguntó: “¿Cuándo está madura la sociedad?”. Agregó que no lo estuvo cuando debatió la patria potestad compartida, el divorcio vincular, el matrimonio igualitario.

“Uno siempre toma partido y tiene una posición antes del debate y otra después de darlo. La realidad se construye cuando se ponen sobre la mesa nuevas compresiones y elementos que permiten deconstruir modelos arcaicos para perfilar paradigmas, más inclusivos, más igualitarios”, concluyó.

“La individualización tiene formas más concretas en el número, la foto. La cruz que se pone en varón o mujer es una categoría inútil”.

Silvia Horne, diputada nacional por Río Negro

Datos

Que no se consigne si es mujer o varón el portador del DNI no elimina las diferencias existentes a nivel sociocultural, opinan los expertos.
168
votos afirmativos logró el proyecto de ley de identidad de género en Diputados, 17 negativos y 6 abstenciones.
55
votos afirmativos obtuvo cuando pasó al Senado y se convirtió en ley, ninguno negativo y 1 abstención.
“La individualización tiene formas más concretas en el número, la foto. La cruz que se pone en varón o mujer es una categoría inútil”.

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