Los efectivos sospechados

La incorporación de Gallinger consolidó una línea de Weretilneck en referencia a revisar un dúctil criterio policial relacionado a la investigación penal de sus efectivos. Más de una veintena fueron desplazados por Seguridad y la Jefatura. Se entiende –explicó– que “si un juez imputa y cita a indagatoria a un efectivo por un delito grave ya existe sospecha grave sobre su conducta, por lo cual amerita su separación hasta que se aclare la situación”. –¿Cómo se detecta desde adentro la cultura de corrupción policial? –Hay mucha cuestión cultural, es decir, no tener muy en claro cuáles son los límites en el uso de los recursos policiales. Por ejemplo, creer que el vale de combustibles se puede usar para el auto particular. Tuvimos que enviar resoluciones para ratificar que los vales sólo son para utilizar en móviles o un particular, con resolución de autorización previa, también la reparación de vehículos. (AV)


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