Los embalses se recuperan

CIPOLLETTI (AC) – La escasez de agua en los ríos de la cuenca del Negro -que se esperaba que fuera de magnitud- no será tan grande a juzgar por la recuperación de los embalses de las presas, las lluvias que cayeron en las últimas semanas e inclusive la nieve que le puso blanco a los picos de las montañas. Las estimaciones indican que los caudales del Limay estarán dentro de lo normal y que en el Neuquén podría haber algún déficit en la segunda mitad del verano.

Según fuentes de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) esta es la conclusión a la que llegaron los especialistas del organismo, a unos días del inicio del verano.

El invierno en la alta cuenca fue deficitario de nieve más que de lluvia. Y la gran cantidad de agua con la que los embalses terminaron la época de lluvias (abril-mayo) se consumió rápidamente con la gran generación que tuvieron las centrales hidroeléctricas del Comahue por orden de la autoridad nacional del despacho. Para tomar un ejemplo, el embalse de Alicurá -que se forma sin los aportes del caudaloso río Collón Cura- tenía a principios de septiembre una altura de 697,38 metros sobre el nivel del mar; en octubre trepó a los 701,03; el 30 de noviembre ya había llegado a los 703,65; y ayer a las ocho de la mañana marcaba 704,34.

Esto quiere decir que en tres meses el embalse creció unos 7 metros, lo que marca el repunte del reservorio.

Lo mismo pasó con el embalse de Piedra del Aguila, al que el Limay sí llega con aportes del Collón Cura: de los 584,54 metros sobre el nivel del mar que tenía el 8 de septiembre, pasó a los 591,78 de ayer. Según le dijo el mes pasado a «Río Negro» el gerente general de El Chocón, Fernando Antognazza, este invierno hubo «un excesivo uso del recurso hidráulico, sin que el concesionario pueda evitarlo».

Lo que pasó es que el gobierno nacional ordenó que todo el poder de generación del parque hidráulico del país se pusiera a disposición de la demanda para evitar que la producción de energía a gas, con sus altos costos, terminara disparando el precio mayorista de la luz.

El resultado quedó a la vista: en un año sin tanto aporte de agua, algunos embalses se acercaron a su cota mínima.

En la recuperación de los niveles de agua influyó además el hecho de que el fin de la primavera no tiene temperaturas demasiado altas, lo que postergó, por ahora, el pico de demanda que se da en diciembre, especialmente en la franja central del país.