Los estafó prometiéndoles empleo en Zapala

NEUQUEN (AN).- La promesa de un puesto de trabajo en el tendido de los rieles que atravesando Los Andes unirán Zapala con la localidad chilena de Lonquimay, fue el anzuelo en el que quedaron atrapados alrededor de 400 desocupados, entre ellos medio centenar de rusos, quienes le adelantaron 140 pesos para «gastos de sellados» a un hábil estafador, que primero los captó a través de avisos en los diarios y después los embaucó con su verborragia.

La oferta era sumarse al plantel de 1.200 operarios que en pocos meses acometerían la construcción del ferrocarril trasandino del sur, empezando desde Zapala. Les aseguraba trabajo por no menos de dos años.

Ni trailer con habitaciones provistas con televisor, ni escuelas para los chicos. Mucho menos vuelos charter y ni hablar de todas las ventajas laborales «garantizadas por contrato», ni de un sueldo promedio de 1.600 pesos.

Hugo Norberto Corral, un mendocino de 46 años con deudas pendientes con la Justicia desde hace diez años, prometía eso y mucho más a quienes acudieron a los encuentros con la esperanza de conseguir un trabajo.

Las citas con los interesados fueron en bares, plazas y hasta en la explanada del Ministerio de Acción Social en la capital federal, organismo donde Corral decía tener «fluidos contactos».

Todo era falso. La obra es un viejo anhelo de muchos años que no ha logrado superar la etapa de los proyectos, pero sirvió al objetivo del embaucador de estafar a los desocupados, que no sólo de la ciudad autónoma y el Gran Buenos Aires respondieron al llamado: también cayeron en la trampa 60 operarios rusos.

La maniobra de Corral quedó al descubierto en una investigación periodística de Telenoche Investiga que se emitió en la noche del miércoles. En el programa testimoniaron las víctimas del engaño, entre las que se encuentra Juan Silva, asesor de la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide.

El funcionario reconoció que al menos en cinco oportunidades fue visitado por Corral, para presentarle proyectos de forestación que como principal atractivo ofrecían la ocupación de mano de obra ociosa. Sospechó de él cuando lo fueron a entrevistar los inmigrantes rusos, «de parte de Corral».

«Hace unos cuatro meses empezamos a recibir llamadas que nos preguntaban si era cierto que se iba a hacer el Trasandino. Primero no le dimos mucha importancia, pero después nos alertamos y lo denunciamos», dijo Pablo Tomasín, secretario de Gobierno de la municipalidad de Zapala (ver aparte).

Antes de ser descubierto Corral alcanzó a estafar a muchos desocupados a quienes se presentó con un falso título de «ingeniero». Nadie conocía su dirección ni su teléfono. El era el encargado de comunicarse con los interesados.

Para celebrar el contrato de trabajo Corral no ponía muchos requisitos. Eran aptos hombres de diferentes edades y hasta aceptó a un discapacitado. Eso sí, con un sueldo menor. Lo que era una condición indispensable para aspirar a un puesto era depositar 140 pesos para gastos de sellado.

«La condición era que sin contrato no viajaba nadie, porque era la mejor garantía de la seriedad de la empresa», confesó una de las víctimas.

El dinero no había que dárselo a Corral sino depositarlos en cuentas abiertas en Banco Nación de Buenos Aires y la Banca del Lavoro de Río Grande, Tierra del Fuego. En el primero los retiros los efectuaba él, en el otro su esposa, Silvia Maroy.

Un tercer cómplice era un sujeto de apellido Colucho, que se hacía pasar por «el escribano» de Transpatagónica SA, tal el nombre de la inexistente empresa. Se estima Corral reunió alrededor de 60.000 pesos.

Los primeros damnificados entregaron el dinero en marzo y al ver que los meses pasaban y no había novedades comenzaron a sospechar y a presionar al estafador.

Los periodistas de Telenoche Investiga, no obstante, alcanzaron a documentar la maniobra antes de que Corral desapareciera.

Está prófugo, pero tiene a toda la Policía Federal tras sus pasos. Las últimas noticias sobre su paradero daban cuenta que estaba en Chacras de Coria, una localidad cercana a la capital mendocina, de donde sería oriundo.

A los rusos les dijeron que las temperaturas eran como en Siberia

ZAPALA (AN/AZ).- «Si son de Siberia mejor, porque el clima en el que tendrán que trabajar tiene similitudes con esa zona: temperaturas muy bajas, nieve y vientos fuertes».

Hugo Corral no dejó de lado ningún detalle y a los sesenta ingenieros y técnicos calificados que vinieron de Rusia a buscar trabajo, les ofreció un buen ingreso, pero les «advertía» las adversidades del clima de Zapala.

Todo les resultó más duro a los inmigrantes de la ex Unión Soviética: el «arancel» que debieron pagar para ser admitidos como aspirantes a trabajar el ferrocarril trasandino fue de 180 pesos.

«Nos tenían de un lado para el otro. A veces nos reuníamos en un parque y parecíamos conspiradores», dijo uno de los extranjeros.

Todos recibieron las mismas promesas de sueldos, a los que consideraron altos para sus expectativas y necesidades.

«Hace dos meses que estamos sin saber qué hacer. Corral nos decía que un día o que el otro, pero seguíamos sin viajar», añadió otro técnico.

Los extranjeros están alojados en hoteles que, según le dijeron a los periodistas de Telenoche Investiga, ahora no pueden pagar.

Dos de los estafados extranjeros llegaron a la oficinas de un funcionario del Ministerio de Desarrollo Social preguntando por Corral.

Allí comenzaron a saber que habían sido estafados.

El ferrocarril que uniría Zapala con Lonquimay, en Chile, demandaría la construcción de alrededor de 220 kilómetros para llegar al límite con el vecino país.

Desde allí a Lonquimay es necesario costruir otros 100 kilómetros.

Temían que les «importaran» desocupados

ZAPALA (AN/AZ) – «El gran temor fue que querían traernos desocupados de otras partes del país, porque no le hallábamos ninguna explicación lógica. De manera que nos apresuramos a hacer la denuncia», comentó el secretario de Gobierno de la municipalidad de Zapala, Pablo Tomasín.

En marzo comenzaron a recibir los primeros llamados consultando sobre la «gran obra del ferrocarril a Chile».

Cuando les respondían a quienes decían haber sido contratados para venir a trabajar que nada de lo que les habían dicho era cierto, comenzaron a sospechar que estaban ante un hecho que merecía ser investigado.

«Preguntamos a la Policía Federal local, luego a Neuquén y de allí se encargaron de investigar en Buenos Aires. El tema fue que cada día los llamados se incrementaban», señaló Tomasín.

La realidad que presenta el proyecto de construcción del Trasandino es muy diferente a la que Corral les dibujó a sus víctimas.

A comienzo de este año el gobierno provincial asumió la realización de doce kilómetros que llevarían el tendido de vías hasta donde se construirá la zona franca, recientemente licitada.

Pero hasta el momento sólo se han construido alrededor de cinco kilómetros y los trabajos los cumplen unos ochenta obreros contratados por la municipalidad.

«De ninguna manera puede pensarse que la obra tendrá una demanda extraordinaria de mano de obra, porque no está previsto por ahora avanzar por ahora más allá de los proyectado», dijo Tomasín.

Para colmo, los trabajos han sufrido algunos contratiempos.

En estos días se han paralizado por las nevadas, pero también existe un problema con un propietario que exige el pago de una servidumbre que, al parecer, las autoridades consideran excesivas.