Los gastronómicos endurecen sus reclamos en Bariloche

Los trabajadores amenazan con entorpecer la temporada turística.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En un nuevo capítulo del conflicto que mantienen con el empresariado local, los trabajadores gastronómicos realizaron ayer una ruidosa marcha por las calles céntricas para exigir un aumento de salarios y amenazaron con entorpecer la próxima temporada turística de invierno si sus reclamos son desatendidos.

El secretario gremial de la Uthgra, Ovidio Zúñiga, dijo que aspiran lograr a una mejora de sueldos del 25% para los trabajadores del sector en Bariloche y planteó una vez más la necesidad de alcanzar un acuerdo a nivel local, distinto y complementario de la paritaria nacional.

«Los empresarios deben entender que el trabajador no puede seguir con estos sueldos en la ciudad más cara del país», sostuvo el dirigente.

La marcha se inició a las 11, recorrió parte del microcentro y se detuvo en hoteles emblemáticos como el Nahuel Huapi, el Nevada y el Edelweiss, además de los bares y confiterías que permanecían abiertos a esa hora.

Participaron un centenar de manifestantes que entregaban volantes con su reclamo. La columna se detuvo frente al hotel Sunset, elegido por la Uthgra porque su propietario, Omar Guerra, es el presidente de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica.

Allí Zúñiga tomó el micrófono y descargó una retahíla de advertencias sobre las protestas que podrían paralizar la actividad turística a partir de junio si no logran una recomposición de salarios. «No nos hagan enojar» amenazó el sindicalista, luego de recordar los cortes de ruta que en otros años realizaron en el acceso al aeropuerto y en la ruta a Catedral.

«No estamos pidiendo que pierdan un peso, ni siquiera que empaten -argumentó Zúñiga-. Lo que pedimos es que minimicen sus ganancias».

También desmintió que la actividad deba reducir tarifas, como se propuso. En su opinión, «lo que no deben hacer es cobrar por cuatro y ofrecer servicios de dos estrellas. Los operadores brasileños lo que piden es un sinceramiento en precios y calidad».

Actualmente los trabajadores gastronómicos tienen un piso salarial de $2.000 y el gremio aspira a llevarlo a $2.600. Zúñiga reconoció que «no existe ninguna negociación» con las cámaras empresarias, pero confió en abrir una instancia de diálogo.


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