Los Juárez reunieron su gente y hoy el Congreso trata la intervención

Un día antes de que el Congreso nacional tratara la intervención de los tres poderes de Santiago del Estero, la gobernadora «Nina»Aragonés y su marido, el caudillo Carlos Juárez, hicieron una demostración de fuerza al movilizar a unas 10 mil personas en su apoyo.

Encabezadas por militantes de la Rama Femenina del justicialismo santiagueño, miles de personas se agolparon anoche detrás de los vallados que protegen la Casa de Gobierno de esta provincia en apoyo a la gestión juarista y contra la inminente intervención federal.

Corazones de papel con el nombre de «Nina», como llaman aquí a la gobernadora Mercedes Aragonés, y de su esposo Carlos Juárez, se mezclaban con pancartas que decían «Kirchner traidor» y otras en rechazo a la intervención federal que definían a esa medida como «una enfermedad» y a los Juárez como «el remedio» para Santiago.

Después de una espera de dos horas, los manifestantes tuvieron la respuesta de sus líderes políticos, Nina y Carlos Juárez, quienes reiteraron su compromiso de seguir «a disposición» de su pueblo y destacaron valores como la «lealtad» y la «gratitud» de sus seguidores.

Carlos Juárez, actual mi

nistro de Economía, calificó a la movilización como «la más grande de la historia de la provincia», dado que según datos policiales, dijo que había «más de treinta mil personas» en la manifestación. Sin embargo, la pareja no hizo ninguna alusión directa al proyecto de intervención federal que el presidente Néstor Kirchner envió ayer al Congreso de la Nación.

Por su parte, en La Banda, familiares de las víctimas del doble crimen de La Dársena participaron de una marcha en apoyo al gremio judicial, que se encuentra de paro, y reiteraron su aceptación al remedio federal.

La movilización fue el corolario de una jornada cargada de tensión en la capital santiagueña, donde funcionarios de gobierno repudiaron a través de los medios la intervención y varios dirigentes de la oposición se marcharon de la provincia tras admitir su temor ante posibles desbordes de la militancia juarista.

Desde ayer a la mañana, gran cantidad de personas recibió bolsas con alimentos, que el gobierno distribuyó en coincidencia con el lanzamiento de la movilización en respaldo a Nina.

Las bolsas tenían la leyenda «Plan de Emergencia Alimentario Nacional, Superior Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero» y contenían un paquete de polenta, leche entera, yerba, harina, grasa vacuna, fideos, arroz, harina de maíz y aceite.

La distribución de los alimentos se realizó en depósitos del Ministerio de Acción Social ubicados en la calle Posadas, a escasos metros del hospital regional Ramón Carrillo y, según revelaron algunas de las personas que los recibió, esas bolsas «no eran entregadas desde hace cuatro meses».

En tanto, varias personas que iniciaron causas judiciales contra el matrimonio Juárez decidieron en las últimas horas abandonar Santiago del Estero o reclamaron custodia a la Policía Federal por temor a ser atacados por partidarios del gobierno, como le ocurrió en 2002 al diputado nacional José Figueroa, días antes de un acto de campaña menemista, cuya casa fue destruida.

Uno de los que partió con destino desconocido fue el gerente de la delegación local de la ANSES, Juan Manuel Baracat, quien denunció a la gobernadora, funcionarios, diputados y jueces por el presunto cobro indebido de jubilaciones. Asimismo, el abogado tucumano César Barrojo, quien denunció haber sido amenazado tras presentar denuncias contra los Juárez, solicitó custodia a la Policía Federal.

La otra escenografía en la que se denifirá hoy gran parte del futuro de Santiago será el Congreso, en una inédita sesión donde en una sola jornada se pretende aprobar el proyecto en Diputados y en el Senado. El Poder Ejecutivo resolvió el lunes intervenir la provincia, tras las denuncias de persecución política, torturas y abuso policial, y el rechazo nacional generado por el crimen de La Dársena.

El proyecto propone una intervención de 180 días prorrogable por otros seis meses.

El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño, acordó la agenda de hoy con el jefe del bloque de senadores del PJ, Miguel Angel Pichetto, para resolver en un solo día la aprobación.

Por ello, la sesión comenzará en la Cámara de Diputados al mediodía y se espera que, tras votarla luego de las 10 horas de debate programados, el proyecto será girado inmediatamente al Senado para conseguir su sanción definitiva en el despertar del jueves.

Tras la reunión de los jefes de bloque, donde se fijó el temario y horario de la sesión, Camaño informó a la prensa que la celeridad busca evitar un recrudecimiento del enfrentamiento político de la provincia ahora que la intervención fue confirmada.

Hasta ahora, ningún partido de la cámara baja se manifestó en contra de la decisión gubernamental. Pero la UCR deslizó sus resquemores sobre la letra chica de la intervención. Horacio Pernasetti, jefe de la bancada radical, pidió que se excluya expresamente a los municipios y que la prórroga de 180 días deba ser aprobada por el Congreso.

La sesión de hoy será la primera después de la crisis abierta en el Justicialismo tras las peleas internas exhibidas en el congreso partidario.

(DyN/Télam)

Nota asociada: Aquellos ojos negros «Cumplí con ustedes y con Santiago» Un ambiente de escepticismo a la espera de la sesión de Diputados  

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