Los obispos reclamaron «excelencia moral»

BUENOS AIRES (DyN).- Varios obispos católicos coincidieron en que el acto eleccionario del domingo anticipa ciertas posibilidades de cambio, sobre todo en cuestiones como la pobreza, el desempleo y la inseguridad.

A su vez reclamaron a las autoridades electas «excelencia moral» en sus gestiones, y manifestaron su reticencia a una eventual incursión del embajador Esteban Caselli en el gobierno bonaerense del electo Carlos Ruckauf.

En tanto, la Conferencia Episcopal Argentina que preside el arzobispo de Paraná, monseñor Estanislao Karlic, felicitó ayer al presidente electo, Fernando de la Rúa, y expresó su «gozo» ante el ejercicio en libertad y en paz de los derechos democráticos.

El titular del Episcopado pidió a Dios que ilumine a De la Rúa «en la difícil gestión que le tocará realizar en los próximos años, y que su bendición le dé fuerzas para lograr el progreso y la dignidad de vida de cada ciudadano».

El obispo de Zárate y titular de Cáritas, monseñor Rafael Rey, aseguró que con los triunfos de De la Rúa como presidente y Carlos Ruckauf como gobernador bonaerense «estamos ganando», y admitió su esperanza en que «habrá posibilidades de que la situación cambie y que haya una preocupación muy fuerte por lo social».

Rey consideró que los resultados tuvieron una relación directa con los índices de pobreza y la corrupción, y cuestionó los últimos discursos del presidente Carlos Menem, al afirmar que «seguía hablando grandezas del país y siguió ignorando los problemas graves que tiene».

El prelado advirtió que «en alguna medida, la derrota del PJ a nivel nacional está muy ligada a la corrupción, que está muy presente, lamentablemente, alrededor del poder, y en los últimos tiempos hemos visto casos de corrupción muy graves».

Asimismo, ratificó sus permanentes denuncias relacionadas con el crecimiento de la pobreza, que en varias oportunidades generaron agrias disputas con miembros del Gobierno nacional: «ha ido creciendo en nuestro país, ha habido todo un proceso de empobrecimiento».

Por su parte, el obispo de Mar del Plata, monseñor José María Arancedo, pidió a Ruckauf que asuma la problemática de la inseguridad y del desempleo como «verdaderos temas de Estado» y reclamó a todos los elegidos que «tengan excelencia moral en su gestión».