Los ómnibus de gran porte casi no entran en las calles del centro

Como la terminal no da abasto es imposible el intercambio con buses más pequeños. Muchos quedan trabados en esquinas complicadas, cuando se salen del circuito obligatorio.

Los micros turísticos de doble piso que realizan servicios de tipo “charter” circulan a diario por el centro de la ciudad con el resignado permiso del municipio, debido a que no existe infraestructura para asegurar un sistema de trasbordos.

Esa falencia sólo quedará subsanada cuando Bariloche cuente con una nueva Terminal, lo cual demandará no menos de dos años.

El proyecto ya fue anunciado y se construiría con un aporte de la empresa concesionaria del casino, en el cruce de Esandi y Circunvalación.

El director de Tránsito del municipio, Carlos Catini, admitió que la cantidad de vehículos que circulan por la zona céntrica ya está al límite y que los micros grandes agravan la situación. Dijo que lo ideal sería que no ingresaran, y que los pasajeros aborden utilitarios, taxis o remises en algún punto de la periferia, “pero la Terminal actual es muy chica y no da para eso”.

Esa instalación está ubicada en el acceso este –junto a la estación de trenes– y recibe entre 150 y 200 ómnibus por día, casi todos concentrados entre las 11 y las 15. Los servicios de línea terminan allí su recorrido, pero los chárteres, por ejemplo los que transportan estudiantes y jubilados, sólo se detienen en la Terminal a pagar el derecho y obtener el salvoconducto que les permite ingresar a la zona céntrica.

Recorridos

Catini explicó que “existen cuatro recorridos” prefijados para que puedan llegar a todos los hoteles. Esos circuitos incluyen calles como la Costanera, Diagonal Capraro, Moreno, Elflein y San Martín, y prevén giros en el Monolito.

No dio cifras pero dijo que “hay sanciones frecuentes” a los choferes que se salen del itinerario. Por ejemplo la semana última Tránsito debió auxiliar a un micro de gran porte que no pudo girar y quedó trabado en Vicealmirante O’Connor y Villegas. También hay multas para los que esperan con el motor en marcha, lo cual está prohibido.

Según Catini, el parque automotor de la ciudad tiene actualmente 75.000 vehículos “y la trama vial es la misma de hace 50 años”. Para peor, los lugares para estacionar “no se amplían sino que se reducen”, como pasó en la calle Mitre.

A su juicio, en el corto plazo, no habrá otra solución que restringir el uso del auto en el microcentro.

También señaló que estudian una planificación distinta para los horarios de carga y descarga, que hoy son “demasiado amplios”. Explicó que esa actividad está permitida en las franjas de 22 a 10.30 y de 14 a 16.30. “La idea es dejarla sólo de 22 a 8. –dijo Catini–. Tenemos una infraestructura muy limitada y congeniar horarios de carga y descarga en el comercio con el movimiento turístico, que empieza a moverse desde las 8, ya no da para más”.

Admitió que los comerciantes se van a quejar, pero señaló que “el Estado va a tener que mostrar determinación, y al que no cumple, multa”.

También sugirió que otra medida debería ser el encarecimiento del estacionamiento medido y el uso de la grúa para quienes no lo paguen.

“Tenemos una infraestructura muy limitada y congeniar horarios de carga del comercio con el movimiento turístico ya no da para más”.

Carlos Catini es el director de Transporte de la Municipalidad.

Datos

“Tenemos una infraestructura muy limitada y congeniar horarios de carga del comercio con el movimiento turístico ya no da para más”.

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