Los pibes presionan
¿Simple rotación o política del nuevo ciclo de Bianchi?
Pol Fernández, uno de los talentosos.
Leandro Marín se ganó un lugar en el equipo ‘A’.
Más allá de las chicanas y las minucias de los “chupetines”, la política de Carlos Bianchi es la de incluir con mayor frecuencia a los jugadores de la cantera. Es cierto que la coyuntura (los dos frentes) y el flojo nivel de los ‘mayores’ apresuró el ingreso de los pibes, pero da la sensación de que el Virrey tiene planeado ofrecerles un lugar que antes tenían vedado.
Frente a River, en uno de los partidos más importantes del semestre, Bianchi incluyó desde el arranque al neuquino Leandro Marín (21 años), al lateral izquierdo Nahuel Zárate (19) a Federico Bravo y a Juan Sánchez Miño (23), que ya venía con rodaje desde le etapa de JC Falcioni. También saltaron a escena, en la segunda parte, Guillermo Fernández (21), Leandro Paredes (18) y Gonzalo Escalante (20). Eso generó polémicas, sobre todo del lado de Núñez, polémicas que sirven simplemente para alimentar el show y el rating, no mucho más.
Pero Bianchi cambió y por varias razones apeló a los ‘chicos’. En el primer partido del torneo Final, contra Quilmes, sólo jugaron Pol Fernández y Paredes, mientras que ante River lo hicieron cinco muchachos más y la fecha anterior al ‘súper’, contra Estudiantes, también actuó Gonzalo Escalante y Cristian Erbes (23), hoy titular indiscutido en el equipo ‘A’.
En el campeonato doméstico, durante las 12 fechas disputadas, Pol Fernández suma 590 minutos, Bravo 474’, Zárate 450’, Sánchez Miño 416’, Marín 270’, Sebastián Palacios 237’, Erbes 249’, Escalante 165’, y a ellos se les podría sumar Nicolás Blandi (23), con 289’; Paredes, con 130’; Nico Colazo (22), con 160’; y JM Imbert, que apenas estuvo 24 minutos ante Unión de Santa Fe.
No es la primera vez que Bianchi apela a los jóvenes para renovar la ‘sangre’ de un equipo que atraviesa una irregular campaña. En sus primeros dos ciclos en el club donde lo aman con pasión hizo debutar a muchos jugadores, con mayor o menos suerte. En la etapa que fue del 98 al 2001, y que terminó con 6 títulos (3 locales, dos Libertadores y la Intercontinental), el calvo entrenador puso a Fernando Navas, Fernando Ortiz, Nicolás Burdisso, Fabricio Coloccini, Calvo, Marchant, La Paglia, Ruiz y algunos más. Seba Battaglia debutó en 1998, antes del arribo de Bianchi, pero está claro que es ‘hijo’ futbolístico del Virrey. Carlos Tevez lo hizo el 21 de octubre de 2001, frente a Talleres, pero el que le dio continuidad más adelante fue el Maestro Tabárez.
En el segundo virreinato, que se desarrolló entre 2003 y 2004, y se cerró con 3 coronas (una local, una Libertadores y una Intercontinental), jugaron por primera vez en primera los Pinto, Caneo, Cristian Giménez, Pablo Ledesma y su tocayo Álvarez, Nery Cardozo, Boselli y otros.
La mayoría no fueron ‘cuatro de copa’ y tuvieron papeles estelares. Los hinchas xeneizes no olvidaron que en la Libertadores 2004 se produjo un hecho sustancial: Boca eliminó a River en las semis, por penales, y en esas ejecuciones sacaron pecho Ledesma (hoy de presente oscuro por las lesiones musculares) y Álvarez.
Ahora, los pibes no sólo juegan en el torneo local, donde Boca está muy lejos de la lucha importante y atraviesa una racha inédita de 11 partidos sin ganar. También lo hacen en el frente continental. Erbes, para el caso uno de los mejores jugadores del plantel, sumó 429 minutos en la actual Copa y podrían ser muchos más si no se hubiese lesionado. Pol Fernández lleva 188’, Marín 180’, Sánchez Miño 90’ y Bravo 21’. Además, Blandi, que jugó dos partidos, marcó el 1-0 en la ida de octavos de final ante Corinthians. Un delantero que en principio arrancaba atrás de Santiago Silva y Lucas Viatri en la consideración del DT. Y que se gana un lugar.
Otro dato interesante: en las primeras cuatro fechas coperas sólo Erbes fue titular, pero en la última de la fase regular, con el equipo ya clasificado frente a Toluca, saltaron desde el minuto cero Marín, Fernández y Blandi. Podría decirse que se debió a la rotación, pero en el trascendental choque ante el Timao repitieron desde el arranque el neuquino y Blandi, más Pichi Erbes y Sánchez Miño. Además, el pibe Bravo jugó los últimos 24 minutos de ese partido en La Bombonera.
Y otro dato que por sugestivo no deja de ser importante: justamente Bravo y Zárate, dos de los ‘chicos’ que más se mostraron en el torneo local, son representados por Mauro Bianchi (el que demandó a Clemente Rodríguez por “estafador”), hijo del DT que hoy les da la confianza.
Pueden ser múltiples las causas pero la realidad es que el Virrey estaría dispuesto a mantener esta política de inclusión de jugadores de la cantera. Quizá en Brasil pongan el pecho los ‘mayores’, por la magnitud del partido y la presión que existirá, pero está claro que el talento de los jóvenes presiona de abajo hacia arriba. (Sebastián Busader)
fútbol de afa
Pol Fernández, uno de los talentosos.
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