Los «picos de popularidad»

El caso de Soledad Drujera fue uno de los que más conmocionaron a la opinión pública de la región, pero no fue el único. Varios casos, algunos de ellos con final no tan feliz, han subido el «pico de popularidad» para la donación de órganos.

· 23 de julio de 1996. Realizan con éxito una ablación múltiple a un hombre baleado por la policía en Neuquén.

Casi todos los órganos son implantados en pacientes de la Capital y de la región, entre ellos una mujer de Roca, que había estado siete años bajo tratamiento de diálisis.

· 5 de junio de 1996. Las esperanzas de Nélida Cide, de Cutral Co, se concretan y, tras estar en la lista de emergencias del INCUCAI, es implantada exitosamente de un hígado. «Tengo mucha fe, sé que en estos días va a aparecer un donante para mí», había dicho unos días antes. El caso de Santiaguito conmovía al país por aquella época y ella confiaba en que la gente se diera cuenta de lo importante que es donar. Su confianza no le falló.

· 29 de junio de 1996. La muerte de Santiaguito Rosas por hemorragia pulmonar conmueve al país. El pequeño de tres años había recibido un hígado después de una angustiante espera. Luchó un mes y medio contra las complicaciones tras el trasplante, pelea que reflejaron todos los medios. «Si el trasplante hubiera ocurrido antes, tal vez ciertas complicaciones no hubiesen surgido», admitió el titular del INCUCAI en ese momento.

· 17 de agosto de 1999: Los padres de un chico que se suicidó de un disparo en Cordero deciden donar los órganos de este. Comienza un operativo de ablación que cambiará la vida a seis personas, entre ellos una mujer de Neuquén y un hombre de Regina, quienes reciben los riñones del joven.


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