“Los problemas se originaron por el propio Ministerio de Gobierno de Río Negro”
Escribo en relación con una noticia que trascendió públicamente en la última semana de julio y que este diario recepcionó en la página 9 de la edición del 30 de ese mes bajo el título “Jurgeit asumirá en el Registro de la Propiedad”. Allí se hace alusión a que el suscripto será reemplazado como titular de la delegación Roca del Registro de la Propiedad Inmueble, en el marco de un escenario de continuos reclamos sobre el funcionamiento de la misma. Al respecto, entiendo que como funcionario público que ha estado a cargo de dicha delegación debo poner de manifiesto que el problema central en el funcionamiento de la misma se halla en su situación edilicia, en la cual se vio inmersa al tener que trasladarse en noviembre del año pasado de su antigua sede a la actual en avenida Roca 1577, establecimiento este último que a la postre se demostró que no reunía las condiciones suficientes para la instalación y funcionamiento del Registro. Ejemplo de ello fue que el inmueble actual tenía una oficina destinada al sector del archivo tres veces más pequeña en relación con la del anterior edificio. Esto no resulta menor, ya que el archivo de documentación en la institución registral reviste capital importancia pues es material de consulta y trabajo necesario y permanente para expedir todo trámite. Asimismo, desde que se instaló allí la delegación no tuvo sistema informático durante un mes, los puertos para las computadoras recién se terminaron de instalar en febrero y desde hace tres meses venimos teniendo fallas informáticas constantes que no se han solucionado. Se han realizado todos los pedidos necesarios con conocimiento del Ministerio de Gobierno, sin tener respuestas. También desde hace dos meses se vienen sucediendo cortes eléctricos periódicos para cuya solución es necesaria la instalación de un medidor trifásico que para funcionar requiere el tendido de una línea interna que no se ha podido realizar por falta de fondos. La situación de la oficina del sector Archivo motivó un pedido del suscripto a la Dirección de Administración dependiente del Ministerio de Gobierno para que se realizara una obra de ampliación allá por noviembre del 2013 que jamás tuvo respuesta. Y no fue sino hasta que los trabajadores del Registro salieron a protestar, a fines de marzo de este año, que se indicó que la obra se realizaría. La misma finalizó recientemente, a comienzos julio. Reseñados los problemas sucedidos, a mi criterio se impone entonces señalar que tales problemas se originaron por el propio Ministerio de Gobierno de Río Negro, 1) al no haber previsto el traslado de la delegación en cuestión a un espacio idóneo y 2), luego del traslado y escogido el nuevo inmueble, no haber arbitrado oportunamente los medios necesarios para que el Registro pudiera funcionar normalmente. Pero probablemente el origen de todos estos trastornos edilicios se encuentre en la imprevisión del mismo Ministerio de Gobierno, al no haber empleado los mecanismos legales previstos para la elección de una nueva sede de la delegación. En efecto, dicho ministerio conocía con antelación la fecha de finalización del contrato de alquiler del edificio donde anteriormente funcionaba el Registro –desde el momento de la celebración del contrato–. A su vez, el propietario del lugar había informado diez meses antes de la finalización del contrato que no lo renovaría. Sin embargo, el ministerio no inició el procedimiento previsto por la ley para este tipo de casos –ley provincial 3186 y decreto reglamentario 188/04–: se omitió la licitación pública para la elección de un nuevo lugar y se recurrió, en vez de ello, a la contratación directa. De esta manera, se tuvo que buscar con urgencia –por la imprevisión– un nuevo inmueble. Cabe resaltar que proveer y elegir un edificio donde funcione el Registro de la Propiedad Inmueble no formó ni forma parte de mis competencias. Tuvimos una falta de atención de ese ministerio a tal punto que inclusive el suscripto debió, con dinero de su bolsillo (sin reintegro), afrontar el pago de servicios de gas y luz para evitar el corte de suministro. En este contexto, a pesar de todas estas falencias edilicias que serían imputables al Ministerio de Gobierno, el Registro de la Propiedad Inmueble continuó, en la medida de las posibilidades, funcionando gracias al esfuerzo de los trabajadores que suplieron con el factor humano las adversidades que atravesamos –a quienes desde ya agradezco por su acompañamiento–. Puedo acreditar la totalidad de lo dicho anteriormente, porque cuento con los elementos de convicción necesarios. Eloy Valdez DNI 30.371.802 Roca
Eloy Valdez DNI 30.371.802 Roca
Escribo en relación con una noticia que trascendió públicamente en la última semana de julio y que este diario recepcionó en la página 9 de la edición del 30 de ese mes bajo el título “Jurgeit asumirá en el Registro de la Propiedad”. Allí se hace alusión a que el suscripto será reemplazado como titular de la delegación Roca del Registro de la Propiedad Inmueble, en el marco de un escenario de continuos reclamos sobre el funcionamiento de la misma. Al respecto, entiendo que como funcionario público que ha estado a cargo de dicha delegación debo poner de manifiesto que el problema central en el funcionamiento de la misma se halla en su situación edilicia, en la cual se vio inmersa al tener que trasladarse en noviembre del año pasado de su antigua sede a la actual en avenida Roca 1577, establecimiento este último que a la postre se demostró que no reunía las condiciones suficientes para la instalación y funcionamiento del Registro. Ejemplo de ello fue que el inmueble actual tenía una oficina destinada al sector del archivo tres veces más pequeña en relación con la del anterior edificio. Esto no resulta menor, ya que el archivo de documentación en la institución registral reviste capital importancia pues es material de consulta y trabajo necesario y permanente para expedir todo trámite. Asimismo, desde que se instaló allí la delegación no tuvo sistema informático durante un mes, los puertos para las computadoras recién se terminaron de instalar en febrero y desde hace tres meses venimos teniendo fallas informáticas constantes que no se han solucionado. Se han realizado todos los pedidos necesarios con conocimiento del Ministerio de Gobierno, sin tener respuestas. También desde hace dos meses se vienen sucediendo cortes eléctricos periódicos para cuya solución es necesaria la instalación de un medidor trifásico que para funcionar requiere el tendido de una línea interna que no se ha podido realizar por falta de fondos. La situación de la oficina del sector Archivo motivó un pedido del suscripto a la Dirección de Administración dependiente del Ministerio de Gobierno para que se realizara una obra de ampliación allá por noviembre del 2013 que jamás tuvo respuesta. Y no fue sino hasta que los trabajadores del Registro salieron a protestar, a fines de marzo de este año, que se indicó que la obra se realizaría. La misma finalizó recientemente, a comienzos julio. Reseñados los problemas sucedidos, a mi criterio se impone entonces señalar que tales problemas se originaron por el propio Ministerio de Gobierno de Río Negro, 1) al no haber previsto el traslado de la delegación en cuestión a un espacio idóneo y 2), luego del traslado y escogido el nuevo inmueble, no haber arbitrado oportunamente los medios necesarios para que el Registro pudiera funcionar normalmente. Pero probablemente el origen de todos estos trastornos edilicios se encuentre en la imprevisión del mismo Ministerio de Gobierno, al no haber empleado los mecanismos legales previstos para la elección de una nueva sede de la delegación. En efecto, dicho ministerio conocía con antelación la fecha de finalización del contrato de alquiler del edificio donde anteriormente funcionaba el Registro –desde el momento de la celebración del contrato–. A su vez, el propietario del lugar había informado diez meses antes de la finalización del contrato que no lo renovaría. Sin embargo, el ministerio no inició el procedimiento previsto por la ley para este tipo de casos –ley provincial 3186 y decreto reglamentario 188/04–: se omitió la licitación pública para la elección de un nuevo lugar y se recurrió, en vez de ello, a la contratación directa. De esta manera, se tuvo que buscar con urgencia –por la imprevisión– un nuevo inmueble. Cabe resaltar que proveer y elegir un edificio donde funcione el Registro de la Propiedad Inmueble no formó ni forma parte de mis competencias. Tuvimos una falta de atención de ese ministerio a tal punto que inclusive el suscripto debió, con dinero de su bolsillo (sin reintegro), afrontar el pago de servicios de gas y luz para evitar el corte de suministro. En este contexto, a pesar de todas estas falencias edilicias que serían imputables al Ministerio de Gobierno, el Registro de la Propiedad Inmueble continuó, en la medida de las posibilidades, funcionando gracias al esfuerzo de los trabajadores que suplieron con el factor humano las adversidades que atravesamos –a quienes desde ya agradezco por su acompañamiento–. Puedo acreditar la totalidad de lo dicho anteriormente, porque cuento con los elementos de convicción necesarios. Eloy Valdez DNI 30.371.802 Roca
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