Los seguían hostigando
NEUQUÉN (ACE).- Luego del secuestro las víctimas eran llevadas a un lugar diferente donde “varias voces” los interrogaron “sobre cosas que conocían, porque sabían todo de lo que hacíamos”, se quejaron los gremialistas barilochenses.
Germán González describió que del edificio “sin techo” de la cancha de pelota-paleta los llevaban a interrogar vendados “sobre cosas que sabían” a otro lugar “que supongo que era una oficina dentro del cuartel” .
“Había mucha gente”, secuestrada, dijo el exsecretario general de los municipales en 1976. Sostuvo que después de ser liberado, no pudo volver a trabajar y se “exilió” a la zona del Valle rionegrino para poder sobrevivir.
En el caso de Iván Molina, tras ser dejado en libertad “la brigada de investigaciones me iban a buscar cada dos o tres días, no podía ir a ningún lado porque me levantaban; después me sacaron los documentos”, dijo. Le dijo al tribunal que no logró conseguir trabajo luego de mucho tiempo y que “siempre pensaba que alguna noche no iba a volver más”.
NEUQUÉN (ACE).- Luego del secuestro las víctimas eran llevadas a un lugar diferente donde “varias voces” los interrogaron “sobre cosas que conocían, porque sabían todo de lo que hacíamos”, se quejaron los gremialistas barilochenses.
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