Los tironeos en la UCR por la vuelta de Cobos

Tras haber recuperado su imagen, el partido está inmerso en una nueva interna. El vicepresidente sigue creciendo en las encuestas, pero quieren ponerle límites.

BUENOS AIRES (ABA).- En las últimas jornadas, los cuadros principales del radicalismo debieron dejar, momentáneamente, la agenda de la oposición parlamentaria para concentrarse en una vieja pasión del partido centenario: las internas.

Puertas adentro reconocen que, de durar mucho más este clima de confrontación entre el actual comité nacional y el cobismo puro, podría relajarse la estrategia de ejercer una alternativa compacta frente a la gestión del gobierno nacional, que demostró, tras el 28 de junio, muchas fisuras.

En principio, la pelea está enfocada por la presidencia del bloque de Diputados para el nuevo Congreso, a estrenarse el próximo 10 de diciembre. Ricardo Alfonsín se cree merecedor de liderar esta nueva etapa en el recinto. Dice tener las voluntades necesarias para desplazar al actual jefe de bancada, el cordobés Oscar Aguad, muy cercano a Julio Cobos.

Se calcula que en los próximos días el Comité Nacional sacará un comunicado cerrando la posibilidad de que los legisladores cobistas puedan hacer valer por «la ventana» sus votos para elegir al nuevo titular del bloque: es que todavía no fueron admitidos a regresar a las filas partidarias tras se experiencia transversal. En tanto, habría un acuerdo para aislar de esta pulseada ruidosa a la elección del nuevo Comité Nacional partidario, que sería conformado por un cuerpo colegiado bajo la presidencia del mendocino Ernesto Sanz.

Más allá de estos empellones típicos de la esencia radical, preocupa a muchos el rumbo zigzagueante con vistas a ser una alternativa para las presidenciales del 2011. Especialmente si seguirán con un perfil aliancista con la Coalición Cívica de Elisa Carrió, o se volcarán a una opción de centro, con el guiño del peronismo anti k.

Recelos, en este sentido, provocan las continuas reuniones del vicepresidente con Francisco de Narváez, Mauricio Macri y el ex jefe de gabinete Alberto Fernández.

Al tiempo que critican a los operadores en la sombras que tendría, como el «Coti» Nosiglia, Federico Storani y Leopoldo Moreau. Estas caras son caracterizadas por Gerardo Morales como lo «viejo», y sostienen desde este sector que el partido debe condicionar el regreso de Cobos. Paradojas del destino -dice un cobista- «ellos tiene el discurso, pero nosotros los votos», dando fiel reflejo a las últimas encuestas que posicionan a Cleto por arriba de cualquier otro dirigente en el ambito nacional.

Sin embargo, a Ricardo Alfonsín lo acompaña el arrastre de sentimiento de cariño por lo que representó su padre en el parto de la democracia. Hace poco encargó también una encuesta que la da una imagen positiva del 60%, que quizá no se traduce directamente en votos, pero lo alienta para tener un claro protagonismo en el tiempo por venir. Carrió, que lo llama afectuosamente «Ricardito», lo azuza en la intimidad para que sea el equilibrio que resista el proyecto personalista del mendocino.

Cobos manifestó, hace unos días atras en un blog español, que renunciaría a la vicepresidencia recién a principios del 2011 para hacer campaña.

La condición «sine qua non» para ser admitido nuevamente dentro de la estructura partidaria es que deje ese importante sitial institucional. En estas circunstancia, no parecen apurados en ninguno de los dos sectores del radicalismo, que pulsean por influir en un esquema de alternativa de poder, que aparece muy abierto para la oposición no peronista.

El temor de una interna fuera de control aparece en momentos que se discute poder dentro del Parlamento con vistas al manejo de comisiones clave, e inclusive a la discusión sobre si se debe o no forzar la lucha por la presidencia de la Cámara baja , históricamente siempre cedida al oficialismo de turno.

La línea de Morales-R. Alfonsín prepara una batería de proyectos a presentar inmediatamente en el nuevo período legislativo, que incluirán un sistema de asignación universal por hijo más amplio que el presentado por el Ejecutivo, y una reforma política con otras características, entre otros temas para intentar recuperar agenda.

Las aguas turbias del momento sólo se podrían apaciguar si hay un acuerdo de patear el liderazgo del radicalismo hacia adelante y consensuar una estrategia inteligente en el nuevo Congreso. Por su parte, el peronismo K hará gala, el próximo martes, de una prueba mas de pragmatismo brutal. Le pedirán a Néstor que no se vaya de la conducción, de la que en realidad nunca se apartó.


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