Los vestigios de una Patagonia tropical

Un equipo rescató fósiles de 172 plantas que crecieron hace 50 millones de años en una zona de Chubut y Río Negro.

Los hombres siguieron la ruta que, alguna vez, desandó Carlos Ameghino y llegaron a un escenario patagónico que hace 50 millones de años era «un paraíso terrenal» de clima subtropical donde las plantas estallaban en variedad de verdes.

Allí, en mil kilómetros cuadrados de superficie, el equipo científico rescató 8000 piezas fósiles correspondientes a 172 distintas especies de plantas, entre ellos eucaliptos y coníferas. El hallazgo, que se localiza en un área que abraza a Chubut y Río Negro, incluye hojas fosilizadas sobre las piedras donde se pueden apreciar las mordidas de insectos milenarios.

La información fue difundida ayer por el diario «Clarín» a partir del trabajo científico que llevaron adelante investigadores del museo paleontológico Egidio Feruglio de Chubut y de las universidades de Pennsylvania y Denver, ambos de Estados Unidos.

Los yacimientos de estos extintos bosques que ahora florecen sobre piedras que riegan un agreste paisaje patagónico se ubican en Laguna del Hunco en Chubut y Río Pichileufu, en Río Negro.

Los sitios pertenecen al Eoceno, dentro del período Terciario.

«Yo digo que descubrimos un paraíso terrenal que alguna vez estuvo en la Patagonia», expresó Rubén Cúneo, el director del museo Egidio Feruglio de Chubut.

«Lo de Laguna de Hunco es muy interesante porque los restos de plantas están enterrados en sedimentos de origen lacustre. Pero aquel era un lago muy especial: se formó dentro de una caldera volcánica de diámetro», sostuvo Cúneo al diario capitalino.

Hace 50 millones de años -con los dinosaurios borrados de la faz de la tierra- las condiciones de Patagonia eran muy especiales.

No estaba la cordillera de los Andes y entonces había una gran influencia de los vientos húmedos de océano Pacífico.

La lluvias era una constante: entre 1.600 y 2.000 milímetros por año, contra los 100 ó 150 que caen ahora. Para completar, el Atlántico traía una corriente cálida.

Los investigadores contaron que una de las sorpresas más grandes fue el hallazgo de hojas de eucaliptos, un dato que podría indicar que la especie tuvo un origen patagónico.

Además de vegetales y de las huellas de la mordida de los insectos, los científicos encontraron restos de ranas y de otros batracios del período Terciario.

Laguna del Hunco se encuentra entre Gastre y Paso del Sapo mientras que río Pichileufu se ubica a unos 60 kilómetros al oeste de Bariloche. En total, los investigadores realizaron tres campañas de dos semanas cada una, a un costo de entre 15.000 y 20.000 dólares cada una. La primera etapa fue financiada por National Geographic y el Conicet. Y el último por la fundación de Ciencias de Estados Unidos. (AN)


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