“Lost”: el final más esperado

Termina la serie de “culto” más popular de la década.

Jack, Kate y Locke, tres personajes que quedarán en la historia de la televisión

Se esperaba que todo cerrara, pero no. Se abrieron más y más puertas. Enigmas que durante seis años no tuvieron respuesta todavía están ahí y a ellos se sumaron más y más. El domingo 23 en los Estados Unidos y el martes 25 en la Argentina finaliza “Lost” y Damon Lindelof, uno de sus creadores junto a Carlton Cuse y al desvinculado J.J. Abrams, ya augura que la despedida que verán millones de espectadores en todo el mundo generará quizás desconcierto y más y teorías entre los seguidores, pero que la historia tendrá un cierre, para bien o para mal.

La sexta temporada se inició con muchas expectativas y otra vuelta de tuerca inesperada. Después de que Juliet se inmolara al hacer estallar la bomba de hidrógeno en el emotivo final de la quinta temporada, que el vuelo 815 de Oceanic aterrizara sin inconvenientes en Los Ángeles no era descabellado, era el objetivo. Hacer borrón y cuenta ¿vieja? Pero el desconcierto llegó cuando esto dio paso a una realidad alternativa.

En su momento los flashback fueron fundamentales para dar información sobre el pasado y el carácter de los personajes y el cruce, muchas veces no registrado por ellos, entre los protagonistas y luego los flashforward dieron un salto al 2007 y a la angustia e incertidumbre de los “Oceanic seis” que lograron salir de la isla en la temporada cuatro y que luego regresaron por convicción u obligación.

Los cambios temporales frenéticos a los que se acostumbraron los espectadores el año pasado ya los habían preparado para la aparición de algo diferente. Y llegaron los flash alternativos que muestran una vida distinta de los pasajeros del vuelo trágico, en muchos casos más amable y completa, aunque con sus conflictos. Pero éste no es el único escenario ya que ellos siguen en la isla y allí todo está en movimiento. Se encuentran en medio de la lucha de dos poderosas entidades que encarnan el bien y el mal, las que los enfrentan y dividen.

Se aproximaba el fin y la isla que siempre fue protagonista tenía que develar sus secretos y lo está haciendo. Así se descubre la lucha milenaria entre el protector Jacob, quien cree en la humanidad, y su Némesis sin nombre, que piensa que los hombres sólo pueden destruir y corromperlo todo. Ellos tomaron a los “losties” como piezas de ajedrez para concluir su pelea.

Jacob, prontamente asesinado, tiene que elegir un sucesor para controlar a su contrincante y como un espíritu que habla sólo con Hugo va dirigiendo a sus elegidos.

Ya se descubrió que el mortal “humo negro” que los aterrorizó desde el principio es Anti-Jacob y que éste tomó el cadáver de Locke para corporizarse y poder escapar de la isla. Él recluta a sus propios seguidores, quienes se unen por distintos motivos.

En los últimos capítulos emitidos en la Argentina todo se aceleró y tomó su curso, dándole paso a la acción en la que regresaron a la pantalla viejos enfrentamientos, en un episodio sin anestesia mueren tres de los personajes principales –Said, Yin y Sun– y se define totalmente al villano.

Y también parece cristalizarse el “candidato” a sucesor de Jacob, quien no sería otro que Jack.

El que fue en un principio el hombre de ciencia hoy aparece como el hombre de fe y salvar la isla es su obsesión, como en un tiempo fue la de Locke.

El final se palpita, el círculo parece cerrarse. ¿Cómo lo hará? entra en el terreno de la duda.

Sólo lo saben sus creadores y ellos de eso no hablan demasiado sólo repiten que el final será abierto y que no habrá respuestas para todo.

Por lo visto en los últimos episodios que termine a pura acción con un héroe sin demasiada consistencia es una de la opciones, aunque Desmond desplazándose casi como un fantasma creado por Dickens despertando inquietudes en los sobrevivientes en la realidad alternativa deja abierta una puerta para algo que sorprenda.

Después de seis años de crear un universo de ficción mítico que indagaba en la esencia humana y sus polaridades –el bien y el mal, destino y libre albedrío, razón y fe– un final a pura sangre y sin magia sería decepcionante.

La serie supo entregar buenas dosis de acción y reflexión en su momento, con tramas complejas y a la vez emotivas que atraparon a millones de seguidores, que actualmente están un tanto confusos.

El 25 sabremos si el destino de la isla, y de la serie, es redimirse y salir de la confusión o hundirse definitivamente en un océano de insatisfacción.

Yin y Sun, un encuentro esperado pero breve

SILVINA FERNáNDEZ

sfernandez@rionegro.com.ar


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