Lucrecia Martel vuelve con «La niña santa»

Con humor y suspenso la cineasta argentina Lucrecia Martel, conocida merced al éxito de su primera película "La Ciénaga", se apresta a rodar su segundo largometraje, "La niña santa".

Buenos Aires, (Télam).- La cineasta Lucrecia Martel, directora de «La ciénaga», se prepara para filmar en abril de 2003 en Salta su segundo largometraje, «La niña santa», una historia en la que abordará, con cierto tono humorístico, el tema del misticismo religioso a través de la figura de una adolescente salteña que experimenta sensaciones sobrenaturales.

Mientras busca locaciones, realiza castings y negocia en Europa financiación para su proyecto, la directora de «La ciénaga» cerró un acuerdo de coproducción con Lita Stantic -productora de su ópera prima y de otras recientes películas argentinas como «Mundo grúa», «Un Oso rojo» y «Tan de repente»- y prevé comenzar a filmar en abril.

«Lucrecia está trabajando principalmente en el casting de los actores jóvenes, del cual surgirán dos de los protagonistas», dijo Stantic, y añadió: «Mientras que «La ciénaga» era una película de ambientes, ésta narrará una historia más determinada, con cierto suspenso y más humor».

«La protagonista será una adolescente muy apasionada que tiene una especie de situación mística que comparte con sus compañeras, con las que participa de un grupo religioso. A partir de algo que le sucede en la calle, decide salvar el alma de un hombre de 60 años», había explicado Martel respecto de su inminente película.

La idea de hacer este filme surgió en Martel cuando se hallaba en París trabajando en el sonido de «La ciénaga» y fue tomando forma durante todo un año, gracias a una beca del Festival de Cine de Cannes que le permitió permanecer en Francia para desarrollar el argumento.

«Todo sucederá en el marco de ese extraño contraste entre el erotismo y el misticismo, que genera muchas situaciones de humor y expresiones de sensualidad muy interesantes», había adelantado Martel.

«Lo que me gusta de esta historia es mostrar cómo los caminos del bien a veces pueden confundirse con los caminos del mal, y cómo a veces las intenciones del bien terminan en algo dañino», afirmó Martel, también autora del cortometraje «Rey muerto», incluido en las primeras «Historias breves».

Señaló la directora que quiere «abordar ese discernimiento tan complejo, de larga trayectoria en la teología católica, ya que a causa del carácter sobrenatural de esa emoción se hace muy difícil para una persona distinguir cuándo es el llamado del diablo o cuándo es el llamado de Dios. Lo que tengo muy definido es el marco sonoro de la historia. Las chicas pertenecen a un coro y además gran porcentaje de los diálogos es susurrado, algo que para mí tiene un carácter secreto y sensual al mismo tiempo. El susurro tiene que ver con algo que uno no tiene muy claro».


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