Lula admite la posibilidad de que haya ballottage

Días atrás era seguro que ganaría en primera vuelta. Afectó su imagen un escándalo en el PT.

BRASILIA.- El presidente Luiz Inácio Lula da Silva admitió ayer por primera vez que puede verse obligado a disputar una segunda vuelta para obtener la reelección el mes que viene.

«Que sea en la primera vuelta o en la segunda, no tengo ningún problema porque el mundo es así (…) y vamos a luchar», dijo Lula ante un encuentro de alcaldes de todo el país que apoyan su candidatura en la elección del 1º de octubre.

«Tengo la seguridad de que ganaremos, no tengo dudas de que vamos a ganar; sólo es preciso ajustar correctamente los tiempos, y ahí el trabajo de ustedes es primordial», agregó Lula.

«No hay elección ganada antes del recuento de votos. Es preciso trabajar, ir a la calle, defender aquello en lo que uno cree», declaró.

Lula es favorito para ganar en la primera vuelta, pero el escándalo que en la última semana le obligó a destituir a su jefe de campaña dio esperanzas a su principal rival, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, de forzarlo a un ballotage, que se realizaría el 29 de octubre.

Ese escándalo se desató hace una semana cuando dos personas, una de ellas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), fueron detenidas con el equivalente de 800.000 dólares, destinados a comprar documentos supuestamente comprometedores para líderes de la oposición.

Una encuesta Ibope divulgada el jueves reveló que Lula tiene 49% de intenciones de voto (un punto menos que la semana anterior), en tanto que Alckmin subió un punto, a 30%.

Pero en votos válidos (excluyendo los blancos y nulos), Lula sigue ganando en la primera vuelta, con 54%.

También ayer, Lula tildó ayer de «imbéciles» a sus correligionarios y de «golpista» a la oposición, en un nuevo intento de desvincularse del escándalo que azota al PT.

La «ametralladora giratoria» de Lula empezó a disparar en una entrevista concedida durante la mañana a la red radial CBN, en la que calificó de «imbecilidad» la actitud de sus colegas de partido que usaron dinero de origen aún ignorado para comprar un «dossier» que acusaría de corrupción al opositor socialdemócrata José Serra.

«Esas personas se dieron a sí mismas el derecho a creer que podrían hacerle bien a alguien utilizando una práctica política condenable, porque no es posible que una persona honesta haga negocios con un bandido», afirmó, al admitir por primera vez que la maniobra se destinó a perjudicar la candidatura de Serra, el favorito a elegirse gobernador de Sao Paulo en los próximos.

Según Lula, el caso de la compra del «dossier» contra Serra demostró que el llamado «servicio de inteligencia» del PT «no era tan inteligente como se imaginaba».

Por la tarde, en una reunión con 500 alcaldes aliados realizada en Brasilia, Lula pasó a apuntar su ametralladora contra la oposición, al sostener que sus adversarios desean aprovechar el escándalo para fomentar un golpe de Estado.

«Tenemos que estar atentos, porque hay gente en este país que todavía no aprendió a convivir con la democracia. Permitieron que un obrero llegara al poder, pero dijeron: 'Después, nosotros lo sacaremos por la fuerza'», afirmó. También el PT, en su página oficial en Internet, publica artículos y manifiestos de politólogos que consideran como «golpista» el intento de la oposición de responsabilizarlo de las irregularidades practicadas por sus correligionarios. (AP/DPA/AFP)


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