Lula maniobra para salir de su peor crisis política

Reunió a los aliados para frenar peleas internas y críticas al plan.

SAN PABLO (AFP-AP-DPA).- El presidente brasileño Inacio Lula Da Silva comenzó ayer a tejer estrategias para intentar superar la grave crisis política que vive su gobierno, con un deprimente panorama económico y social, fuertes divisiones y disputas en la coalición oficialista, escándalos de corrupción, una oposición en alza y una creciente desconfianza en los mercados.

La cúpula del gobierno encabezado por Lula se reunió en la noche del miércoles con líderes de los partidos aliados para reorganizar al oficialismo en el Congreso, evitar nuevas críticas a la política económica y mejorar las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo, informó ayer Folha Online.

La reunión de anoche en la casa del presidente de la Cámara baja, Joao Cunha, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), sirvió para «desatar los nudos» entre fuerzas oficialistas, dijo Renato Casagrande, del Partido Socialista Brasileño (PSB). También acudieron a la cita los ministros José Dirceu (Casa Civil), Antonio Palocci (Hacienda) y Aldo Rebelo (Coordinación Política). La reunión sirvió además para desalentar rumores sobre la supuesta salida de Dirceu como jefe del gabinete.

Antes, el centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del presidente Lula en el Congreso, había condicionado su apoyo parlamentario al gobierno a un cambio en la política económica. El PMDB se sumó así a demandas de un cambio en la política económica como las que formularon el PT de Lula, la Iglesia y sindicatos y el Movimiento Sin Tierra (MST).

Sin embargo, los problemas para el gobierno no cesan. Ayer se informó de un incremento en los índices de desocupación, que llegó al 12% .

En octubre habrá elecciones municipales en todo el país y algunos dirigentes oficialistas temen que, de permanecer alto el desempleo, los votantes puedan castigar a los candidatos gubernamentales.

Al mismo tiempo, los partidos de la oposición brasileña denunciaron una «crisis de autoridad» y formaron un «frente por la ética y el empleo», apuntando a los dos flancos débiles del gobierno.Asistieron los líderes del Partido de la Socialdemocracracia Brasileña (PSDB, del ex presidente Fernando Henrique Cardoso), del Partido Frente Liberal (PFL, derecha) y del Partido Demócrata Trabalhista (PDT, que el año pasado rompió con el gobierno). También participaron legisladores «disidentes» del PMDB y dirigentes sindicales «desencantados» con Lula .

El líder del PSDB, José Serra denunció el «desgaste» del gobierno, y lo atribuyó a tres factores: el «estancamiento económico», la «ineptitud» administrativa y la «quiebra ética» del PT. El comunicado subrayó que el país no crece ni genera empleos, a pesar que las exportaciones crecen y hay condiciones favorables en la economía mundial.

 

Crece el desempleo, pero el gobierno sigue su plan

RíO DE JANEIRO (DPA/AFP) – El índice de desempleo en las seis mayores metrópolis del Brasil se elevó en febrero al 12%, lo que significa la existencia de 2,5 millones de desocupados en Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Salvador de Bahía, Recife y Porto Alegre, según un informe oficial divulgado ayer.

Según el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) , entre enero y febrero se produjo también una reducción del 1,9% la tasa de empleo en el mercado formal, mientras que el número de trabajadores sin contrato aumentó en un 4,8% en el mismo período.

Al presentar el informe, el coordinador de la investigación, Cimar Azeredo, apuntó que la subida en el índice de desocupación frente al 11,7% registrado en enero se debió a un aumento del 3,3%en el número de trabajadores que buscan un empleo.

«El índice de desempleo era elevado y sigue elevado», resumió Azeredo, quien atribuyó el mantenimiento del panorama negativo al elevado nivel de las tasas de interés vigentes en Brasil, lo que no estimula los empresarios a contratar trabajadores. «Ello seguramente hace que los inversionistas se resistan a abrir nuevas vacantes. El escenario no es favorable a las inversiones», dijo.

Sin embargo, el presidente del Banco Central (BC) de Brasil, Henrique Meirelles, descartó ayer un cambio de política económica, pese a los múltiples reclamos tanto de la oposición como del oficialismo.

En un debate en el Senado al que fue citado por la Comisión de Asuntos Económicos, Meirelles defendió también los resultados de la política del BC, y aseguró que gracias a ella «la economía del país está empezando a crecer».

Meirelles afirmó que los reclamos forman «parte del debate democrático» y negó que éstos constituyan una presión para que el gobierno modifique su política económica, calificada de «ortodoxa» o «ultraortodoxa» por algunos sectores.

«No hay registro histórico de que un país haya crecido económicamente en forma sostenida con altas tasas de inflación», dijo Meirelles, al defender uno de los principales frentes de lucha de la política macroeconómica aplicada por Lula desde que asumió el gobierno en enero de 2003. Igualmente el presidente del BC defendió la prudencia de ese organismo respeto a la tasa básica de interés; aunque admitió que su nivel actual, de 16, 25% al año, es elevado, se cuidó de dar cualquier indicación sobre su comportamiento futuro.

Los mercados están recibiendo con nerviosismo el conturbado clima político que vive Brasil. La bolsa bajó ayer La Bolsa de Valores brasileña de Sao Paulo no logró hoy recuperar las pesadas pérdidas sufridas en los últimos días, y cerró virtualmente estable, con un discreto aumento del 0,07%. «La cuestión política está preocupando bastante al mercado. Lo que más preocupa es que el gobierno se fragilice y no consiga avanzar en su agenda de reformas», estimó el economista Vladimir Caramaschi.


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