Lula sancionó una polémica ley sobre el Amazonas

El Gobierno indica que la iniciativa de regularización de tierras beneficia a pequeños productores. Para los ambientalitsas es "un cheque en blanco"; creen que si alguien reclama como propio un terreno, podrá recibir un título sin que nadie lo verifique.

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sancionó una polémica ley que se propone regularizar la propiedad de tierras en la región amazónica, a pesar de fuertes críticas de sectores ambientalistas.

El proyecto había sido aprobado por las dos cámaras del Congreso en medio de una intensa polémica que llegó a enfrentar a miembros del gabinete, ya que establece un mecanismo para regularizar terrenos de hasta 1.500 hectáreas en la región amazónica.

Lula rubricó la ley a altas horas de la noche del jueves, en medio de intensas presiones de ambientalistas que pedían un veto más amplio a la iniciativa, que pretende resolver el caos territorial en el bosque húmedo para hacer más efectivo el combate a la deforestación y erradicar la violencia que rodea la lucha por la tierra.

Un comunicado del gobierno indicó que la iniciativa apunta a beneficiar especialmente a pequeños productores «que explotan directamente la tierra y tienen en la explotación de la misma su principal actividad económica''.

Grupos ambientalistas mantuvieron una campaña de presión para que Lula vetara también una disposición que permite otorgar tierras de menos de 400 hectáreas sin una inspección para constatar que el terreno es ocupado por la persona que pidió su registro.

«Esa inspección es fundamental, sin ella el gobierno está dando un cheque en blanco'', declaró a la AP Nilo Dávila, representante de la organización ambientalista Greenpeace en Brasilia. Advirtió que con la ley como fue ratificada por el presidente, una persona que llega a la Amazonia y reclama como propia una extensión de tierra, podrá recibir un título sin que nadie verifique si realmente es ocupante de ese terreno.

Los ambientalistas también habían pedido mantener el plazo de 10 años para la venta de tierras legalizadas, el cual fue eliminado durante su discusión en el Congreso. «El mensaje que se está enviando es que están regalando tierras en la Amazonia, entonces personas de otras regiones van a ir a buscar tierras pensando en venderlas después. Eso solo va a llevar a más deforestación y más violencia'', previno Davila.

Según la ley aprobada, propiedades de menos de 100 hectáreas serían dadas sin cobro a los ocupantes, mientras que las de 100 a 400 hectáreas serían vendidos a un valor simbólico. De 400 a 1.500 hectáreas serían vendidas a precios de mercado. Terrenos de 1.500 a 2.500 hectáreas requerirían de una subasta pública para su venta, y las de más de 2.500 serían apropiadas por el estado y solo podrán venderse con autorización del Congreso.

El Amazonas brasileño alberga a una población de casi 25 millones de personas, muchas de las cuales llegaron a la región en los años 70 por una campaña de colonización impulsada por el entonces gobierno militar.

AP y AFP


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