Lula: «Van a tener que tragarme otra vez»

Admitió abiertamente que irá por la reelección, pese al escándalo de coimas.

BRASILIA (AFP).- El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva advirtió ayer a la oposición que «va a tener que tragarme otra vez porque el pueblo brasileño va a querer» reelegirlo, al admitir la posibilidad de que busque su reelección en las presidenciales de 2006.

«Yo no debo mi elección al favor de nadie. Yo debo mi elección al pueblo de este país que creyó y votó», dijo en un encendido discurso pronunciado en su municipio natal Garanhuns, del pobre y rural nordeste brasileño, donde se refirió a la crisis política que sacude al país por las denuncias de corrupción contra su Partido de los Trabajadores (PT-izquierda).

«Yo ya vi en los diarios a alguien decir: 'necesitamos que el presidente Lula sangre para que llegue debilitado a la elección de 2006'. Yo aún ni he dicho que soy candidato, pero hay gente que dice: es necesario hacerlo sangrar para ver si llega debilitado a la elección», agregó.

A renglón seguido indicó que pese a que votó en contra de la legalización en Brasil de la reelección presidencial, ello no significa que ahora no pueda buscarla.

Con qué base se opondrían a su reelección, se preguntó Lula, «¿con miedo de que yo pueda probar que en cuatro años hice más de lo que ellos hicieron en ocho años?», añadió, en una tácita alusión a su antecesor, el presidente socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso, quien fue reelecto en 1998.

«Yo nunca dije si sería candidato o no a la reelección, porque tengo el compromiso de gobernar. En el momento adecuado lo diré», puntualizó, para inmediatamente agregar: «Voy a decir: si yo fuera (candidato), con odio o sin odio, ellos (la oposición) van a tener que tragarme otra vez porque el pueblo brasileño va a querer», notificó.

Lula también se refirió al difícil momento que vive el país y su gobierno: «estamos viviendo una crisis política, una crisis política en la que cada día hay una denuncia aquí, una denuncia allá. Yo sólo espero que termine la CPI (comisión parlamentaria de investigación abierta para definir si su partido incurrió en corrupción) y los culpables sean entregados a la Fiscalía para que sean procesados».

«Espero que la Fiscalía mueva una acción para que quien debe pagar, pague, sea del PT, sea católico o evangélico, sea del PMDB (Partido del Movimiento Democrárica Brasileño, aliado del gobierno); no hay color, raza, sexo, ideología, todos deben pagar», enfatizó.

Sin embargo, Lula, al cuestionar nuevamente el papel de la prensa brasileña al informar sobre la crisis, dijo que «también pido que aquéllos que no cometieron ningún delito y que sus nombres ocuparon los titulares de los diarios, en el momento en que se pruebe que son inocentes, por lo menos la prensa brasileña divulgue y pida disculpas a quienes fueron acusados injustamente».

«Yo creo que puede haber muchos culpables y puede haber muchos inocentes. La única cosa que un presidente de la República puede querer es que haya justicia para el bien y para el mal», concluyó.

Ejecutiva confiesa el reparto de dinero dudoso

BRASILIA (AP/AFP).- Una ejecutiva de finanzas del agente publicitario Marcos Valério, eje del mayor escándalo de corrupción en Brasil, aseguró ayer ante el congreso que efectivamente entregó dinero a por lo menos una docena de personas en el 2003.

No reveló los montos entregados ni confirmó nombres, que a lo largo de los últimos días han aparecido en informes de prensa diputados del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y de grupos aliados. Al menos seis oficialistas han admitido que recibieron dinero a través de asesores.

Simone Reis Vasconcelos, directora financiera de la agencia de publicidad de Valério, habló ante la comisión del congreso que investiga desde junio denuncias sobre supuestos pagos de sobornos en el 2003 y el 2004 por parte de directivos del PT a legisladores aliados para que votaran a favor de proyectos del gobierno.

En tanto, Valério entregó a la Procuradoría General de la República una lista con los nombres de 36 políticos, asesores y allegados que se beneficiaron de esos retiros de sus cuentas, que sumaron 24 millones de dólares. La lista fue publicada ayer por el diario Folha de Sao Paulo.

En ella se indica que los retiros ocurrieron entre febrero de 2003 y octubre de 2004 y que fueron realizados por 36 personas (tres aún no identificadas), sumando 55,8 millones de reales (24 millones de dólares al cambio actual).

La campeona de los retiros fue Zilmar Fernandes da Silveira, socia de Duda Mendonça (publicista de la campaña que llevó al poder a Lula en 2002), quien retiró 6,7 millones de dólares). Políticos y allegados del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) sacaron 4,1 millones de dólares . De los partidos que componen la base aliada del gobierno, personas vinculadas al Partido Liberal (PL) sacaron 5,2 millones de dólares; del Partido Progresista (PP) 3,3 millones de dólares, del Partido Trabalhista Brasileño (PTB) 1,6 millones de dólares y del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) 907.000 dólares.


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